5 de Febrer0 2014.- La Confederación Nacional Campesina anunció hoy que como parte de la Reforma Profunda al Campo el gobierno federal contempla aumentar hasta en más de un millón de hectáreas la superficie de riego agrícola en el país, con el objetivo de recuperar la soberanía y seguridad alimentaria, además de posicionar a México como una potencia agropecuaria mundial.
El senador Gerardo Sánchez García, presidente de la CNC, informó que el gobierno tiene particular interés en el desarrollo del campo mexicano y que las zonas de riego que actualmente comprenden alrededor de 7 millones de hectáreas representan el 60 % de la producción nacional de alimentos, por lo cual es indispensable mantenerlas en buenas condiciones y, al mismo tiempo, realizar inversiones en la rehabilitación y en nuevas obras para ampliar la superficie con riego tecnificado.
Dada la importancia del agua como factor estratégico para la producción agropecuaria, es importante mencionar que uno de los principales ejes del desarrollo del sector es la tecnificación de riego y el uso eficiente del agua, comentó.
Por lo que la realización de acciones para modernizar e incrementar la superficie de riego (240 mil hectáreas de nuevas áreas, 480 mil con riego tecnificado y 280 mil de riego suplementario), agregó, permitirá aumentar tanto la producción alimentaria para el abasto nacional como las exportaciones.
El senador del estado de Guanajuato aseguró que la expansión del potencial agropecuario, como resultado de un uso más eficiente del agua, permitirá incrementar la oferta de alimentos en los próximos años, a fin de reducir la dependencia alimentaria.
Porque la eficiencia en el uso del agua en la agricultura, llega a un promedio del 40 por ciento en los distritos de riego, lo que se considera muy bajo debido a la falta de sistemas modernos de aplicación puntual del líquido a los cultivos, pues el 60 % por ciento restante se filtra por deficiencias, fugas en las redes principales y por evaporación.
La CNC, añadió, ha propuesto una mejor organización de los usuarios de los distritos de riego, frente al deterioro que se manifiesta en la baja productividad y en la rehabilitación de las redes de distribución, la cual ha sido diferida por más de 20 años.
Del total de la disponibilidad de agua capturada en las presas nacionales y en el subsuelo, indicó, se estima que el 77 % se destina para el riego agrícola, sector que es el más importante usuario del vital líquido y donde más se desperdicia.
“Este desperdicio, aclaró, no es exclusivo de las áreas irrigadas, sino que también hay dispendio en las zonas urbanas. Un ejemplo de ello se tiene en las fugas y uso desmedido del agua en la ciudad de México y su área metropolitana, ya que normalmente entran a esta región –una de las más pobladas del mundo– alrededor de 65 metros cúbicos por segundo, tanto de pozos interconectados y del Sistema Cutzamala y de ese gran total se pierden entre 12 y 14 metros cúbicos por segundo por malas condiciones en las redes de distribución”.
Para la CNC, en el presente, y sobre todo para el futuro, el agua se convierte cada vez más en tema prioritario estratégico de análisis y discusión por los efectos de la sequía que, de forma recurrente, afecta al país desde hace varias décadas; por el agotamiento de las aguas superficiales y subterráneas, y por la competencia entre los diferentes usuarios, así como por la creciente contaminación.
Por ello, destacó, es tiempo de analizar la situación crítica del principal recurso en el mundo y plantear en forma incluyente –gobierno, academia y sociedad civil– las perspectivas de la política pública del agua.
Tras de recibir un informe de técnicos y especialistas, el dirigente reconoció que en el país la contaminación que afecta a los recursos hídricos superficiales y subterráneos, la sequía y el desperdicio en los principales usos, amenazan con desencadenar una crisis alimentaria, energética y de agua para la población, la agricultura y la industria.
Es de reconocer, comentó, que en México existen avances para la planeación del uso del agua. Destaca el planteamiento de un escenario deseable contenido en la agenda de acciones con visión al 2030, pero existen también retos crecientes que no tendrán solución si no cambian las políticas del sector hidráulico, lo que ya se práctica a través de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
En tal sentido, la CNC ha sugerido cambios sobre las políticas públicas del agua en México, enfatizando la urgencia de enfrentar la gobernabilidad en la administración del vital líquido, y en propuestas para un nuevo esquema que favorezca las inversiones, la prevención de la contaminación y su uso racional en sus diferentes procesos de uso.
El reto, concluyó, es remediar la contaminación del agua, los acuíferos sobre-explotados; un marco legal incompleto y el uso eficiente de los recursos hídricos nacionales.