A pesar de tener documentación legal como posesionarios de terrenos ejidales en Tuxpan, un grupo de campesinos se quejan del daño y acoso que tienen de manera permanente por parte de la directiva del ejido tuxpense, lo cual ya ocasionó el fallecimiento de uno de sus compañeros, Trinidad Mancillas, y recientemente el que se infartara el ejidatario Jesús Aranguré Cortez, ampliamente conocido como “Chuy Guruy”.
Un representante de este grupo señaló que hay implicación de las autoridades municipales en asuntos que competen a los ejidatarios, ya que en días pasados la policía recogió un tractor a un nieto de Don Jesús, de nombre Juan Carlos “N” Aranguré, quien se dedicaba a sembrar frijol en una parcela de su abuelo pegada al predio “Las Ladrilleras”, quedando el tractor y la semilla fuera de la dirección de seguridad pública y el joven, al que apodan “El Chivo”, fue detenido y luego liberado por trabajar este terreno que nada tiene que ver con los conflictos del palapar.
“El ejido reclama una superficie de 2,500 hectáreas, como polígono del palapar, y está afectando e interviniendo en terrenos que no están dentro de esa zona, los que nos preocupa y nos hace temer que irán en contra de todos los compañeros que estamos en posesión de la tierra quieta y pacíficamente por muchos años, por lo que pedimos la intervención de las autoridades competentes y hacemos responsable a quienes nos están obstruyendo y perjudicando, de las desgracias que suframos a futuro quienes padecemos este problema por culpa de las mismas directivas ejidales, que fueron las que nos dieron posesión de la tierra que ahora nos quieren quitar”, dijeron nuestros informante. (César Segura).