Todo mundo ve venir en Tuxpan una guerra sucia, en la que los grupos que se disputan las candidaturas de los partidos y las alianzas, van con todo tratando de bajar al rival más fuerte, fenómeno que se ve tanto en la oposición como en el PRI, donde algunos ambiciosos tratan de disputar la posición que ya tiene, por su permanente  trabajo  en  beneficio  de  todos  los sectores de de este municipio el  líder agricultor, ganadero y campesino, Gabriel Correa Alvarado, el que además se ha distinguido por apoyar a toda la persona que le solicita ayuda, sin que cuente para ello filiación partidista, credo religioso y muchos menos la condición social del individuo.

En opinión de muchas familias de esta población, como la Delgado Jiménez, Flores Estrada, González, Rubio, etcétera, el municipio tuxpense requiere ahora de un líder con capacidad y deseos de transformar la realidad que vive este pueblo que hasta hace unos cuantos años era de los más ricos del estado, el cual entró en una etapa crítica hasta alcanzar ahora niveles de hambre y abandono.

Para estas personas, los integrantes de las familias mencionadas, quien puede sacar del estancamiento al municipio tuxpense es Gabriel Correa Alvarado, el que debe ser nombrado candidato del PRI a la presidencia municipal, ya que éste, además de garantizar el triunfo al partido Revolucionario Institucional en las elecciones del domingo 4 de junio, dará certeza de que habrá, después de muchos años de atraso y miseria, un buen gobierno que esté permanentemente al lado de la gente, por lo que de prosperar las malas intenciones de quienes no quieren que Gabriel Correa sea candidato a la presidencia municipal, no solo

perderá el partido que lo deje de  postular, pues serán miles de familias locales las que también lo lamentarán, ya que tienen todas las esperanzas puestas en este líder popular.

Se nos hizo saber también, que sin ir a ninguna costosa consulta o encuesta, se tiene la seguridad que Gabriel Correa está al frente de las preferencias ciudadanas, que la gente de Tuxpan lo quiere, por lo que el PRI no debe, por ningún motivo, dejar pasar esta oportunidad que se le presenta en charola de plata.