Estuvo en grande la escandalera el pasado fin de semana, luego de los registros de las planillas “de unidad” de precandidatos del PRI, en las que se vio la imposición de gente totalmente repudiada no solo por militantes y simpatizantes del partido tricolor, ya que hay entre los insaculados personas que ni su propia progenitora quiere.
Simplemente se tomó a gente que sirve a los intereses de un grupito de ciudadanos privilegiados para inscribirlos como precandidatos del tricolor, lo que echó por tierra todos los esfuerzos que ha realizado en esta campaña política el ya candidato del PRI al gobierno de Nayarit, Manuel Cota Jiménez, pues de la noche a la mañana vio una enorme desbandada de decenas de miles de personas que lo apoyaban y se manifestaban en cada uno de sus eventos.
Hoy, hay incluso oficinas municipales del partido tricolor que se ven solas, abandonadas, pues la gente se salió de ahí en protesta por lo que consideran una grave afrenta, pues ni siquiera se les tomó la más mínima consideración para llevar a cabo esta acción impositiva de personajes sumamente oscuros y repudiados.
Otra vez debe Manuel Cota, con su enorme experiencia política, reunir a los inconformes, llevar a cabo las correcciones necesarias que le permitan realizar una operación cicatriz, aunque ya no podrá, jamás, tener la unidad y fortaleza que tuvo en los primeros días de su registro como aspirante a gobernador, pues un jarrón roto, por más que se vuelva a reparar, jamás volverá a quedar igual que antes que se quebrara.
Ante este desolador panorama para la poderosa maquinaria del PRI, hay algunos militantes que fueron beneficiados con los nombramientos, que tienen sus esperanzas puestas en que, por lo regular, los priístas son disciplinados, aguantan todo tipo de imposiciones de candidatos y votan a su favor, además que tienen experiencia que les hace ver que los compañeros que renuncian al tricolor, tarde o temprano vuelven, como los perros, con la cola entre las patas.
En esta ocasión, vemos, sin embargo, a numerosos grupos de militantes y simpatizantes del PRI que juran que jamás volverán a creer en su partido, que lo repudian porque los han tratado sumamente mal, los ha engañado una y mil veces y lo peor es que en esta ocasión se han burlado de ellos en su propia cara.
Algunos líderes de plano ya se han ido a registrar como candidatos apoyados por partidos de oposición, donde han sido bien recibidos porque de esa manera tienen la oportunidad de enterrar a su enemigo con sus propias armas, esto es, con el voto en contra de los mismos priístas.
En los 20 municipios de nuestro estado es la misma historia de desaliento, aunque el grupo minoritario que está imponiendo condiciones en ese instituto político se muestra retador, altanero y sumamente feliz, entrando de inmediato a la segunda fase de la campaña, que es en la que deben hacer todo tipo de promesas para hacer volver a la disidencia, engañar a los electores y ganar la confianza perdida con todo tipo de artimañas.
Sin embargo dicen que para que la cuña apriete debe ser del mismo palo, por eso ahora en la oposición tendrán material que seguirá minando la fortaleza del PRI en Nayarit, esto con grupos y líderes que hasta hace una semana juraban amor y lealtad a Manuel Cota, el que por eso se ve de pronto en la cuerda floja, amenazado por sus propios ex compañeros de partido, los que no quieren saber quien se las hizo si no que buscan ahora quien se las pague.
Esta historia de desamor partidista, continuará en estos próximos días, pudiendo dar un giro este próximo 8 de abril, día en que se tendrán que llevar a cabo los registros de los candidatos a presidentes, diputados, regidores y síndicos, ya que es posible que se den algunas “renuncias voluntarias” de políticos incómodos, lo que no resolverá el problema de división al interior del PRI, pero cuando menos lo hará menos doloroso.