La gran cantidad de candidatos y partidos que participan en la contienda electoral que vive Nayarit, tiene preocupados a los coordinadores de campaña de los partidos llamados “grandes”, los que ven en serio riesgo de perder la contienda por una mínima diferencia de votos.

Otro problema que ven, es que habrá muchos electores que se equivocarán a la hora de emitir su voto, ya que los candidatos que son apoyados por varios partidos, aparecen varias veces sus nombres en las boletas y aunque esto no anula el sufragio, si perjudica para la repartición de las posiciones plurinominales.

Lo principal, sin embargo, es ganar las elecciones, hacerse del mayor número de regidores, ayuntamientos y diputaciones y lógico, tener el control del gobierno del estado, para lo cual todos los actores políticos buscarán la manera de “darse una ayudadita”, yendo tras los ciudadanos para obligarlos, a través del convencimiento con palabras, promesas, dinero o favores especiales, a que suelten el ansiado voto.

Desde hace décadas, en esta región del norte de Nayarit se sabe de gente que ha ganado los procesos electorales gracias a la compra de los sufragios, lo que aún siendo penado, es una práctica común, tanto así que los mismos vecinos comentan el que a ellos les consta como la mayoría de los alcaldes que gobiernan estos municipios pagaron enb su momento a cientos de ciudadanos que votaron a su favor.

Es más, existen municipios que tienen mucha población en miseria alimentaria, como son Rosamorada, Huajicori, Ruiz y El Nayar, por citar solo a los de la región norte del estado, y estas familias que carecen de todo lo indispensable, son objeto de corrupción por parte de partidos y candidatos, lo que resulta además de criminal, una verdadera afrenta a los derechos más elementales de los seres humanos.

Y es que se ve cómo hay quienes llevan despensas a las comunidades, con las cuales compran la voluntad de muchos ciudadanos, sobre todo en poblaciones indígenas, presentándose también el delito de retención de las credenciales de elector por parte de estos delincuentes electorales.

Se sabe de buena fuente que hay mucha vigilancia por parte del IFE y la FEPADE a partidos y candidatos, pero estos se dan sus mañas para contratar “mapaches” para que lleven a cabo todas estas prácticas delincuenciales que les garantizan la obtención de votos y con ello lograr el triunfo el próximo domingo 4 de junio.

En el caso muy particular de Ruiz, se ve enorme desesperación en los coordinadores de la candidata del PRI, Gabriela de Haro, la que es apoyada por la coalición de partidos “Nayarit de Todos”, y como en la cabecera municipal está sumamente muy por debajo de las preferencias ciudadanas, se han ido a “peinar” la sierra en busca de los ansiados sufragios que le garanticen el triunfo.

En aquellas alejadas y desoladas regiones, entran en acción gente que mantiene contacto directo con los habitantes de las comunidades indígenas, a las que enajenan tanto la credencial de elector como el voto que les dicen deben emitir a favor de determinado candidato.

Ya se ve gente subiendo a la región serrana cargados de dinero y comestible, con lo que están comprando a la gente para que vote a favor del partido gobernante en el municipio, por lo que también se tiene la complicidad de la autoridad local en estos ilícitos.

En estos días en que recién inicia la campaña política en lugares en los que hay población en extrema marginación, es fácil detectar y detener a estos delincuentes, pues de lograr sus oscuros fines se perjudicará por cuatro largos años a decenas de miles de familias que están luchando porque haya un poco de paz y tranquilidad en sus municipios con la llegado a la presidencia municipal de personas honestas y capaces, las cuales esperan les den empleo, promueven apoyos al campo y bajen los ansiados recursos que todos necesitamos para tener una vida si no digna, cuando menos sin carencias de alimentos y recibiendo los servicios básicos indispensables para la población en general.