Luego de conocer los resultados de la jornada electoral del pasado domingo 4 de junio, los nayaritas nos preguntamos cómo será el próximo gobierno del estado presidido por el joven empresario Antonio Echevarría García, y en qué nos veremos beneficiados los nayaritas con los ayuntamientos que le fueron arrebatados al PRI, los cuales serán ahora dirigidos por la coalición de partidos que encabeza el PAN y el PRD.
Habrá un cambio radical en el estilo de gobernar del actual mandatario nayarita, Roberto Sandoval Castañeda y su sucesor, Toño Echevarría García, lo que es obvio porque ambos proceden de distintos sectores de la población, ya que el primero tiene como origen una familia dedicada al trabajo y los negocios de crianza, compra y venta de ganado y el segundo, de linaje y padres sumamente fuertes en el dinero y los negocios.
Dicen que la mayoría de los nayaritas que votaron lo hicieron escandalizados por la enorme corrupción que se daba y se sigue dando en la Fiscalía del Estado, que de hecho se tuvo repudio general al quedar al descubierto que el principal narco nayarita era el licenciado Edgar Veytia, quien fue detenido y se encuentra actualmente encarcelado en los Estados Unidos acusado de narcotráfico, además del malestar que generó las imposiciones de repudiados candidatos en los 20 municipios de nuestra entidad.
Y más allá de los errores del PRI que provocaron su derrota total en Nayarit, ahora la gente se pregunta que le depara el destino en este Estado que se encuentra sumido ahora en la violencia, criminalidad, miseria y miedo, pues con el cambio de gobierno puede venir una era de mayor atraso, esto si quienes quedan al frente de las dependencias estatales y municipales son personas que desconozcan su funcionamiento y que lleguen ahí por compromisos políticos y no méritos personales y profesionales.
Habrá quienes digan que peor no se puede estar, pues son muchos los problemas que padece nuestra entidad en la actualidad, pero en el caso de que lleguen gentes no aptas a las dependencias de gobierno, los problemas de la sociedad nayarita se multiplicarán y esto repercutirá en perjuicio de las familias más vulnerables de nuestro estado.
Podemos asegurar, además, que muchos ciudadanos votaron ilusionados por la promesa de quien resultó el candidato triunfador y hoy gobernador electo de Nayarit, Antonio Echevarría García, quien aseguró que habrá empleo para todos los nayaritas, lo que se ve sumamente difícil por las condiciones adversas que en materia económica se tiene en Nayarit.
También se votó a favor de la paz y en contra de la violencia y la delincuencia organizada, la que se sabe se cuela a los gobiernos estatales y municipales, que hay componendas entre políticos y delincuentes, que la sociedad queda a merced de quienes se adueñan, por las malas o las buenas, de las plazas donde sientan sus reales los criminales.
La mayoría de los ciudadanos nayaritas votaron también porque hubiera además alimentos, salud y bienestar en todas las familias, que se terminen tantas injusticias, sobre todo en la repartición de la riqueza, la cual se sigue acumulando en esta entidad y en el país, en unas cuantas manos.
En las elecciones del domingo 4 de junio en nuestro estado, la gente votó para acabar con todas las injusticias y los abusos cometidos por los políticos tradicionales emanados del PRI, partido que prácticamente desapareció de la escena política estatal, y ahora los nayaritas enfrentamos la incertidumbre por lo que nos depara el futuro, ya que entendemos que no tendremos un cambio de sistema de gobierno, y lo más que podemos aspirar, es al relevo de funcionarios y gobernantes, los que tienen solo como aspiración, sobresalir como alcalde, gobernador o diputado.
A la mayoría de los nayaritas nos sigue quedando la sed y hambre de justicia, ya que el cambio de gobierno en los municipios y el estado será solo de nombres, esperando que al final no tengamos que lamentar que tuvimos un retroceso en nuestra sociedad, lo que finalmente nos hace comprender que también la reversa es cambio.