A los nayaritas ya nos anda por que se realice el cambio de funcionarios en el gobierno del estado y los ayuntamientos, esperando que en esta ocasión y atendiendo el malestar general, se impida el ingreso de gente indeseable a las dependencias estatales y municipales.
Y es que nadie votó, por ejemplo, para que el narco fiscal Edgar Veytia fuera el representante de la sociedad nayarita y ya vimos hasta donde llegó aprovechando la confianza que depositó en su persona el Jefe del Poder Ejecutivo.
De esa manera, por designación de quienes elegimos, se fueron colando a las direcciones de las dependencias infinidad de indeseables, esos mismos que nos hicieron la vida pesada a cientos de miles de nayaritas sin que su jefe inmediato se diera por enterado.
Hoy, al arribo del empresario Antonio Echevarría García y los 20 alcaldes de la misma cantidad de municipios que existen en Nayarit, no queremos que nos suceda lo mismo, por lo que estamos poniéndonos el huarache antes de espinarnos, ya que el horno no está tampoco para bollos y es casi seguro que en los ayuntamientos donde se imponga a gente nefasta en cargos importantes de la administración pública, van a tener problemas serios con los ciudadanos.
Los nayaritas estamos hartos de tantos abusos, crímenes, corrupción e impunidad, por lo que ya no queremos, ni vamos a permitir, que se sigan imponiendo en los cargos más importantes de las administraciones estatal y municipales, a gente que son un verdadero peligro para nuestras familias.
Tenemos como ejemplo el que, por lo regular, en la dirección de seguridad pública y aduciendo estrategias de quien sabe qué compromiso con el gobierno federal y estatal, nos mandan personas extrañas a nuestros municipios, los que luego resulta que están al servicio de las bandas de criminales que azotan esta tierra en la que se mueven como peces en el agua.
Y así podemos seguir señalando direcciones y secretarías claves para todas las administraciones públicas, como en los Coplademun, en los que suelen anidarse verdaderas ratas de dos patas, esto porque dicen que ahí se mueve un dineral en obras, servicios y grandes apoyos que van a dar a manos de familiares o incondicionales de nuestros gobernantes que de esa manera comienza una verdadera carrera delictiva de altos vuelos.
Y es que dicen que es la ocasión la que hace al ladrón, en este caso, al poner a vivales que les abren los ojos y les dicen por donde pueden comenzar a manotear verdaderas fortunas, dándose así una complicidad que termina de manera trágica para todas las familias nayaritas.
Hoy, como sucedió hace seis años con el ex gobernador Ney González Sánchez, estamos lamentando el que el gobierno haya tenido malos colaboradores, a los que se señala con índice de fuego, cuando todo se pudo resolver con haber evitado su arribo a las dependencias donde realizaron un sin fin de truculentos atracos al erario.
Por esta razón y experiencia, debemos saber que estamos a tiempo de protestar si vemos que se cuelan personas no gratas a las administraciones públicas en el relevo que se hará dentro de poco más de un mes, ya que de nada sirve criticar con enojo a toro pasado, pues otra sería la historia de Nayarit si desde el primer momento la población se hubiera puesto en contra del nombramiento del narco fiscal Edgar Veytia, el que no solo asesinó y desapareció a cientos de paisanos, si no que robó y acumuló enorme fortuna cometiendo toda clase de delitos.
En nuestros pueblos provincianos, la gente ya comienza a verse inquieta porque ve cómo andan lambiscones y corruptos personajes tras los alcaldes, buscando los apoyos de los integrantes del Cabildo para colarse a las administraciones, buscando de esa manera, cuando menos, vivir ostentosamente por los próximo cuatro años a salud de sus paisanos, así como a algunos extraños que de pronto han aparecido en estas regiones, sin que sepa la población qué hicieron para merecer ser incluidos en las nóminas municipales.