En la presente semana que concluye, llegó a mis manos un ejemplar del periódico “La Semana de Nayarit”, el que editaba mi maestro y amigo Cecilio Cervantes Testa, quien en 1975 llegó a esta casa editora DIARIO CORREO DEL PACIFICO, donde dejó constancia de su trabajo periodístico en la columna “Picadillo Costeño”, y “Tomatazos”, las que después escribiera en su periódico “La Tarraya” y posteriormente en “La Semana”. Hoy, al volver a leer su trabajo, reproducido en su periódico editado por su hijo Cecilio Cervantes, me vino a la memoria el profe Chilo, hombre bajito de estatura, como sus hermanos Luis, “El Pollo”, Cuquita y Hugo, los que destacaron en el béisbol en la época dorada del invencible equipo “Coqueros de Tuxpan”. Chilo utilizaba una narrativa excelente, llena de colorido y ameno al leerlo, su estilo propio gustaba los lectores y hacía remembranzas de épocas y personajes del pueblo. Recuerdo que me contó un día que viniendo de Villa Hidalgo, al tener que cruzar el río Lerma para llegar a la cabecera municipal de Santiago exactamente a las 3 de la tarde y faltaban escasos minutos para que le cerraran la tesorería del ayuntamiento y ese día era viernes, percatándose al llegar al puente de madera que unía La Presa con Santiago, que este había desaparecido arrastrado por la creciente del río Lerma, por lo que despojándose de su ropa Chilo lo cruzó a nado, pero antes pidió a una mujer le prestara su batea de madera que utilizaba para lavar, en la que echó su ropa, pues quedó en puros calzones, echándose al rio y empujando la batea enfrentó las peligrosas aguas del río. Ya al otro lado, se cambió y corrió a la presidencia municipal, llegando, como él solía decir, barridos a las puras 3 de la tarde para poder cobrar su recibo. Sin Duda Chilo Cervantes Testa fue un hombre entregado a sus pasiones, y los que lo conocimos dimos cuenta de su grandeza, por lo que desde aquí dedico esta pequeña crónica al fundador de “La Semana de Nayarit”, y deseo a su hijo siga su ejemplo de tenacidad y profesionalismo. Hasta siempre… Y hasta la próxima.