DEL EDITOR: LOS NIÑOS DEL CORREO

arturo      Después de abordar un auto de sitio en Ruiz, el chofer del mismo dijo, al ver que la carga era de ejemplares del DIARIO CORREO DEL PACIFICO, que este periódico con amplia circulación en Tuxpan y Ruiz le traía gratos recuerdos, ya que de niño le tocó venderlo por las calles de la coquera ciudad.

“Mi patrón era Toño Flores, el que me entregaba todas las mañanas de 50 a 70 ejemplares que yo distribuía en las casas de mis clientes muy temprano, pues a las 8:00 horas entraba a la escuela y cuando salía, iba a cobrar y otro día pagaba, lo que hice por varios años, hasta ya adolescente, pues tendría 13 ó 14 años cuando dije que ya no vendería CORREO DEL PACIFICO, pues entré a trabajar en camiones de carga, lo que me dio como oficio el ser chofer”.

Quien me daba esta información dijo llamarse Víctor Manuel Flores, manifestando que cuando comenzó a vender periódico fue por allá en la década de los años 70’s y que recordaba muy bien que el tamaño de sus páginas era diferente.

Y pues si, este periódico nació en 1975 y antes de 1980, ya era impreso en máquinas de tambor de gran tamaño, acostumbrando por aquellos tiempos y por iniciativa de mis padres, Gabriel Flores Flores “El Gabacho”, y Ramona Mejía Tapia, el dar regalos a los pequeños voceadores en Navidad, por lo que Víctor Manuel recordó que sentía enorme alegría cuando recibía un carrito, balón y algunos dulces y golosinas en esa fecha.

Destacó en sus recuerdos este chofer de autos de sitio de Ruiz, que por aquellos entonces eran decenas de niños los que todas las mañanas acudían a la casa materna de la familia Flores Mejía, por calle Juárez esquina con Lerdo, y que hasta donde sabe, todos aquellos menores llegaron a ser adultos exitosos, pues desgraciadamente hubo quienes fallecieron pero ya siendo maestros, comerciantes o simples obreros.

“Una cosa que me asombra cuando repaso esa época de mi vida, es que aquellos muchos niños que trabajábamos ganando 10 centavos por ejemplar, pues el periódico se vendía en 20 centavos, llegamos a ser  adultos productivos, pues hasta donde se, ninguno se perdió en la droga o el alcohol y hay infinidad de profesionistas y comerciantes exitosos, lo que me hace deducir que al inculcarnos el amor por el trabajo, la familia Flores Mejía nos ayudó a labrar un mejor futuro a varias generaciones”, comentó esta persona que ahora tiene como 50 años de edad.

A la fecha, quienes elaboramos este periódico, tenemos cerca de 8 mil ediciones que hemos sacado y vendido al público, por lo que tenemos registrada en sus páginas la historia del país, de nuestro estado y nuestro pueblo, en los que destaca el que desde siempre, hemos dado reconocimiento a infinidad de paisanos que ya han pasado a mejor vida y nos dejaron muchas lecciones de honestidad, perseverancia y amor por sus semejantes.

Volviendo a nuestros inicios, por aquellos años (1975-1980), mi padre “El Gabacho” y su esposa Ramona, iban en un auto Chevrolet 48 al poblado de Coamiles cargados de ejemplares de CORREO DEL PACIFICO, llegando con la señora Tana Morán, mamá del popular Manuel “El Tortas” Guzmán Morán, quien en su aparato de sonido convocaba a los niños del lugar a vender este periódico, saliendo de las casas muchos menores, entre estos el ahora ingeniero y catedrático de la Prepa 5, Marcelo “Mache” Casillas, cargando con decenas de ejemplares para ganar unos cuantos centavos.

Han sido años, muchos, de intenso y permanente trabajo, en los cuales ya falleció nuestro padre y fundador Gabriel Flores, mi hermano Chava, quien también vendía el periódico en las calles, y Toño y quien esto escribe llegamos a la vejez, sin que veamos aún cercana nuestra jubilación, pues a los periodistas nadie nos tiene como asalariados y aún cuando hemos servido a infinidad de políticos que con el tiempo se han vuelto inmensamente ricos, lo único que nos han dado son migajas al pagar la publicidad.

Sin embargo, el reconocimiento de nuestra gente, y más el de nuestros voceadores de antaño, es una recompensa enorme que nos hace amar y seguir adelante en esta vilipendiada profesión.

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