Este viernes 23 de Marzo, falleció en el hospital del ISSSTE de Tepic, la señora Ramona Mejía Tapia viuda de Flores, quien es madre del números clan Flores Mejía, dama llena de virtudes que dio permanente ejemplo de honestidad y perseverancia a su numerosa prole.
“Doña Ramona”, o “La mamá de los Gabachos”, como la conocían en su pueblo natal, vio la primera luz de este mundo en el domicilio de sus padres Justino Mejía Castañeda y Amada Tapia Vergara, la que se ubicaba en la esquina de las calles Nicolás Bravo y Juárez, de Tuxpan, un 28 de Febrero de 1923, habiendo radicado toda sui vida en este barrio, ya que ahora la casa de la familia Flores Mejía se encuentra por Juárez y Lerdo.
Criada desde su infancia por su tía “Chana” Mejía, le fueron inculcados el amor por la fe católica y la familia, y a la edad de 20 años, formó permanente pareja con Gabriel Flores “El Gabacho”, procreando diez hijos.
En 1975, su gran fe le hizo cumplir uno de sus grandes deseos: el ver a sus hijos trabajando unidos. En ese años su esposo “El Gabacho”, le obsequió unos cachitos de lotería y como no los quería, pues no era afecta a las rifas, el billetero Goyo Zárate, quien se ganaba la vida con la venta de lotería en las calles de Tuxpan en las que se transportaba en un adaptado triciclo por su invalidez, le dijo que para que aceptara el ofrecimiento de su marido le pasaba “los cachitos” que él jugaba y que eran los del número 1950, los que coincidían con la fecha en que falleció joven su hijo Hugo Alberto.
Ante este ofrecimiento, Doña Ramona aceptó, dando el destino la sorpresa que ese fue el número favorecido con el premio mayor, el cual era de algo así como 300 mil pesos, por lo que de inmediato dijo a su hijo Arturo, que trabajaba en Tepic, que se regresara a su pueblo y pusiera una imprenta, que ella le daba el dinero.
Fue así como inició a publicarse el DIARIO CORREO DEL PACIFICO, en el que pidió se incorporara su otro hijo, Toño, y de hecho ella y su marido, “El Gabacho”, se encargaban de la distribución de este periódico en sus inicios.
Ramona Mejía siempre cobijó a sus hijos, por lo que incluso en su lecho de dolor, los tuvo a su lado, por lo que ahora en su ausencia, la vida ya no será igual para ninguno de los integrantes de esta familia tuxpense.
Doña Ramona, nuestra madre y fundadora de este medio de comunicación, fue sepultada la tarde de este sábado en el panteón municipal de su querido pueblo de Tuxpan, donde ahora descansa al lado de sus padres, todos sus hermanos, sus hijos Salvador, Hugo Alberto y José Alonso y el gran amor de su vida, Gabriel Flores. Descanse en paz.