Hace unos cuantos días, el gobernador del estado, Antonio Echevarría García, anunció que a partir de este 15 de mayo, los poco más de 1,100 agentes de la Policía Estatal verían incrementado su salario, el cual era de 6 mil y tantos pesos y ahora la paga la elevó a 15 mil, esto es más del 100%.
Se debe mencionar que este salario de los trabajadores encargados de dar seguridad a los nayaritas no se incrementaba desde hace 12 años, pues ni Ney ni Roberto Sandoval escucharon las súplicas de los agentes de la Policía estatal, los que manifestaban a cada momento que tenían sueldo de hambre, lo que se entiende porque en la actualidad no se puede mantener una familia con tan poco dinero.
Además, el gobernador de Nayarit entendió que al pagarles a los policías estatales un sueldo justo, estos están obligados a tener un buen desempeño, pues de no ser así se les puede despedir o sancionar de acuerdo a las faltas en las que incurran, lo que era difícil de hacer anteriormente porque el estado apenas si pagaba a estos trabajadores.
A sueldo justo se debe obligar a desempeño justo, a que nuestros policías desquiten el buen dinero que ahora les paga el joven empresario Toño Echevarría, quien busca que haya seguridad en la entidad y para esto, destinará mayor recurso a quienes nos brindan protección a las familias nayaritas.
El actual gobierno heredó enorme violencia y criminalidad de su antecesor, el que tenía como Fiscal a Edgar Veytia, un peligroso delincuente conocido en el bajo mundo del hampa como “El Diablo”, quien ahora se sabe cometió un sin fin de ejecuciones, despojos, robos y además controlaba peligrosa banda de narcotraficantes, por lo que tenían en su poder “la plaza” en Nayarit, la que ahora, dicen, le disputa el cartel “Jalisco Nueva Generación”.
Por esta razón, las ejecuciones en Nayarit han estado a la orden del día, al grado que pueblos tradicionalmente tranquilos como son Tuxpan y Ruiz, son ahora escenarios de enorme violencia que ha cobrado la vida de decenas de jóvenes, los que se dice, casi como justificante de que los hayan asesinado, que eran parte de la delincuencia organizada.
La procuración de Justicia está a cargo del Jefe del Poder Ejecutivo, esto es, del gobernador, de ahí que una de las soluciones a este grave problema, el que no se de una adecuada impartición de la justicia, es tener policías buen equipados, preparados y que hagan con gusto ese peligroso trabajo, ya que nuestros humildes policías, tanto estatales como municipales, exponen a diario la vida cumpliendo con su deber, por lo que lo menos que debe hacer el patrón, en este caso el gobierno, es pagarles un sueldo decoroso.
Por esta razón, y de manera justa también, quienes ahora alzan la voz pidiendo los tomen en cuenta, son los agentes de seguridad de los municipios, quienes en la actualidad están contra la pared y no tienen nada para combatir a los peligrosos delincuentes que se han apoderado de todo el territorio, señalando que ni siquiera les dan la oportunidad de defender un salario moderadamente decoroso, pues por lo regular ganan una miseria.
Por lo tanto, toca ahora a los ayuntamientos el procurar incrementar el sueldo a sus policías, apoyarlos a que tengan una vida más decorosa a través de una justa paga, siguiendo el buen ejemplo que les da el gobierno de Toño Echevarría quien sin pretexto alguno y en la primera oportunidad, está haciendo este pronunciamiento de pagar bien a los agentes de seguridad en el estado.
Lógicamente se debe hacer mucho sacrificio para lograr elevar los salarios de los policías en cada uno de nuestros municipios, pero esta decisión se debe tomar ya, pues se requiere de gente decidida y motivada para que de protección a las familias nayaritas que hoy vivimos bajo el terror de la violencia, sabiendo además que los agentes municipales son también víctimas de esta situación, pues ellos viven amenazados por sus patrones en turno y la delincuencia y ni siquiera tienen como aliados una buena paga, lo que ya debe cambiar para bien de nuestra sociedad, además los alcaldes deben poner sus barbas a remojar al ver las del gobernante cortar.