DEL EDITOR: CFE RETA A LOS USUARIOS

       En la actualidad, la mayoría de las familias nayaritas se encuentran inconformes por los abusos que comete en contra de ellos, la empresa que dicen es de clase mundial, Comisión Federal de Electricidad, pues esta tiene continuas fallas, es responsable de muchos daños que resienten sus clientes por prolongados apagones y ya no se diga por los recibos alterados que les llegan a sus domicilios ahora cada mes. 

Han sido tantas y continuas las protestas, que el gobierno estatal intervino a favor de los quejosos, los que habían decidido tomar oficinas de la CFE en los municipios y suspender los pagos a esta empresa que aún es de todos los mexicanos, aunque no lo parezca.

En estos últimos días, incluso, se llevan a cabo mesas de atención a los inconformes usuarios de la CFE, a los que la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), está aceptando denuncias por cobros alterados, y mientras todo esto se lleva a cabo, empleados de la empresa que monopoliza el servicio de energía eléctrica en el país, y la cual no tiene competencia, de manera retadora siguen llevando recibos sumamente altos a sus cautivos clientes.

Entendemos también que mientras dure la investigación de estas denuncias, la CFE no puede cortar el suministro de energía en los hogares y negocios de los inconformes, siendo la cosa que los cobros se acumulan y de esta manera, en dos o tres meses una familia humilde que protestaba porque le exigían pagara mil pesos, por decir cifras, en pocos días su adeudo llegará a los 3 mil o más pesos, cantidad exorbitante que no va a poder cubrir.

En el caso concreto de los habitantes de la zona norte de Nayarit, tanto el gobierno como los directivos y representantes de la CFE saben perfectamente que la mayoría de las familias no tienen dinero ni manera de conseguir, en un momento dado, algunos miles de pesos, ya que para las siniestradas familias, sobre todo del campo, esta cantidad representa una fortuna que pocas veces han tenido en sus manos.

El problema de la falta de pagos por el consumo de luz por parte de los usuarios, debe ser resuelto a la mayor brevedad posible, tomando en cuenta la situación económicamente crítica que prevalece en la actualidad en Nayarit, donde además se tienen sueldos muy bajos, hay mucho desempleo y son decenas de miles las familias que viven al día, subsistiendo con enormes carencias y ahora con la inminente amenaza de que les corten el suministro eléctrico domiciliario sin previo aviso.

Otro problema grave es la desinformación que tienen las familias que están demandando a esta empresa, razón por la cual hacen caso a muchos rumores, llegando el temor cuando ven acumularse los cobros y que estos continúan subiendo mes tras mes, temiendo lo peor, incluso que les lleguen a embargar sus humildes propiedades, tal y como acostumbran hacer muchos empresarios voraces y bandidos.

Luego del miedo, muchos usuarios amenazados, ignorados y explotados por la CFE, pasan a la ira, pues sienten que es totalmente injusto el trato que les dan los empleados de esta empresa a la que han estado pagando por sus servicios incluso por generaciones, por lo que la mayoría ahora se prepara a llevar a cabo una lucha de resistencia civil, pidiendo el apoyo de los gobiernos municipal, estatal y federal, el que saben está por llevar a cabo el cambio de administración, confiando en que el Presidente Electo de México, Andrés Manuel López Obrador, atenderá de inmediato su demanda de justicia.

Mientras tanto, en vez de bajar los ánimos entre los usuarios inconformes, más gente se suma al movimiento de resistencia, sobre todo cuando se dan cuenta que los funcionarios del gobierno de Peña Nieto siguen mostrando enorme soberbia y tratan de imponer su decisión aún sobre la voluntad de las mayorías, sin entender que eso fue lo que hizo que se diera contundente rechazo a los partidos que apoyaron las reformas que nos han llevado a vivir en esta crisis y como para echarle más leña al fuego, en nuestro estado esta empresa del mal gobierno enfrenta a los nayaritas, a los que aplica cobros altos y tarifas discriminatorias por el consumo de energía eléctrica que proporciona nuestro mismo estado.

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