No cabe duda que la política es una actividad que muy pocas personas honran, ya que vemos, hoy que la mayoría de los mexicanos repudiaron los partidos tradicionales, como son PAN, PRI y PRD, líderes y destacados miembros de esas instituciones partidistas se fueron al ganador Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), en el que ya exigen posiciones.
En nuestro estado y a tres años de distancia de la renovación del gobierno del estado, los 20 ayuntamientos y la Cámara de Diputados locales, ya se mencionan seguros futuros candidatos a todos los cargos de elección popular, lógicamente ahora postulados por el partido que gobierna la Cámara de diputados federales, la de Senadores y en unos cuantos días más, la Presidencia de la República.
Se ve venir, pues, una nueva aplanadora electoral, lo que no ayuda en nada a la democratización del estado, el cual seguirá en poder de un grupo, ahora amparado por la corriente morenista, la que mueve los hilos desde la capital del país para imponer en Nayarit al próximo gobierno del estado, alcaldes y diputados.
Lo sorprende de todo esto, es que los nayaritas no vemos caras nuevas dentro de la actividad política, pues quienes pretenden ser impuestos como candidatos por MORENA argumentando que sudaron la camiseta para hacer triunfar a Andrés Manuel López Obrador, no cuentan con el apoyo de los ciudadanos.
La pelea, sumamente cerrada, la van a dar los oportunistas que se cambiaron al ahora partido en el poder y cuentan con oficio político, ya que los improvisados no tienen nada que hacer, por más que demanden “derechos” por haber trabajado para que se diera en Nayarit el rotundo triunfo morenista.
Además, lo que finalmente hundió a los partidos en todo el país, fueron las imposiciones de candidatos, lo que por nada del mundo debe hacer la dirigencia nacional y estatal de MORENA, y si quieren premiar a sus cuadros, que les procuren empleo en dependencias federales, y estados y municipios donde son gobierno.
Se debe aprender la lección y mensaje que da la voluntad popular, la cual repudió en el pasado proceso electoral en Nayarit a candidatos de mucho peso, como fue el caso de Guadalupe Acosta Naranjo, el que se había eternizado como representante del PRD, y ni que decir del PRI que despreció a buenos elementos para imponer a puros recomendados, los que fueron fácilmente superados por líderes con arraigo, como es el caso del doctor Miguel Ángel Navarro Quintero y Pavel Jarero Velásquez.
Y es que hay que reconocer que dentro del grupo que iniciara el despegue triunfador de MORENA en nuestra entidad, no hay mucha tela de donde cortar, esto en cuanto a líderes populares se refiere, reconociendo a gente, incluso vecinos de algunos barrios, que por primera vez en su vida se mostraron como activistas políticos, pero lo hicieron promocionando la figura del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, actual presidente electo de México, el que tuvo además un enorme reinting.
Muchos de esos novatos en lides políticas, son los que ahora reclaman su gratificación, la que consideran debe ser un cargo de elección popular, el que suponen ganarán con la misma facilidad con la que triunfaron los candidatos de MORENA que estuvieron impresos en las boletas electorales el pasado domingo 1 de Julio.
Y será aquí cuando se presentará el problema, ya que si MORENA quiere ser el relevo de los grandes partidos que gobernaron por décadas el país, debe primeramente conjuntar a los políticos que sean garantía de triunfos electorales, lo que le resultará en estos momentos sumamente fácil, ya que estos personajes están llegando por su propia voluntad, y quienes tienen militancia y nulo apoyo popular, se les debe relegar de las candidaturas y darles protección en las dependencias de gobierno.
Y es que en política, el pleito no es con un niño, diciéndose que además todo se vale, menos perder, y para eso se requiere tener estómago para tragarse, cuando es necesario, lo que uno tanto detesta.