DEL EDITOR: MI AMIGO, MI MAESTRO PANCHO CRUZ ANGULO

       El periodismo nayarita está de luto, murió uno de los más reconocidos columnistas, redactores y maestro de muchas generaciones de comunicadores de nuestro estado, Francisco Cruz Angulo, a quien distinguía su sencillez, honestidad e inteligencia.

Fue alrededor de 1972 cuando tuve la fortuna de conocer a este personaje, lógicamente en el medio periodístico donde yo me desempeñaba por ser tipógrafo y lógicamente en más de una ocasión trabajé en talleres de imprenta en los que se editaban algunos periódicos tepicenses.

Laboraba por aquellos años con Marcelo Verduzco Corona, excéntrico millonario venido a menos que editaba el periódico más feo, pésimamente redactado y mal hecho que he conocido, el cual tenía por nombre, quizá como burla, “Exacto”, y ahí vi a un joven como yo, de clase humilde, el cual llevaba notas bien redactadas que luego pasábamos en componedor y letra de molde, para imprimirlo en la máquina “Chandler” en ocasiones, en tinta color verde, lo que lo hacía parecer aún más grotesco.

“Mira, ese que vez ahí es Manuel Valdés, un muchacho muy inteligente que cursó al mismo tiempo la primaria y la secundaria, es compañero de profesión y se hace cargo de sus hermanos Lupito (que era discapacitado), y Emilio, habiendo otro compañero muy humilde que a base de estudio y mucho esfuerzo, ha sobresalido, se llama Francisco Cruz Angulo”, me dijo en una ocasión mi amigo y jefe de talleres Raúl Gutiérrez.

Corrieron los días y en una ocasión, Raúl me comentó que los amigos que me había mencionado estaban editando un periódico, el cual se llamaba “Diario del Pacífico”, que los talleres estaban por la avenida México cerca de la Insurgentes, que había ido a formar el primer número, pero que ya no regresaría aunque le pagaban 70 pesos en vez de los 35 que ganábamos con Marcelo Verduzco.

Le pedí a mi amigo me recomendara para que me dieran el empleo, lo que así hizo, entrando a laborar en ese periódico donde me asombró la buena redacción de unos jóvenes, entre los que se distinguía Andrés González Reyna, el director, y Francisco Cruz Angulo, quien era jefe de redacción.

Con el correr del tiempo, comente en una ocasión a “Pancho Angulo” que yo sabía redactar, que era sumamente fácil para mi comunicarme de manera escrita y que siempre había trabajado en imprentas donde se editaban periódicos, por lo que a base de trascribir los escritos de mis patrones, de manera autodidacta aprendí el oficio.

Incrédulo, pero con enorme generosidad, mi jefe y patrón me pidió que elaborara un comentario de cualesquier tema, cosa que hice; lo vio y me señaló varios errores, los que dijo me iba a corregir porque me daría la oportunidad de que le hiciera las notas rojas a los reporteros.

Desde esa fecha, Francisco Cruz Angulo jamás dejó de orientarme, darme consejos y me llevó a una organización de periodistas de la que fuimos fundadores, siendo ésta la APROCON (Asociación de Profesionales de la Comunicación).

Lógicamente el buen maestro que de manera espontánea me apoyó en mi juventud, me regalaba libros y se asombraba porque compartíamos la misma ideología, el marxismo leninismo, la cual había adquirido leyendo libros de “La Colección 70”, la mayoría escritos por revolucionarios rusos y latinoamericanos, como Fidel Castro Ruz y “El Che” Guevara.

Pancho y yo nacimos en mismo año, 1948, compartimos el quehacer en las imprentas, pero él a diferencia mía, estudió la Universidad y destacó como un gran intelectual que deja invaluable trabajo escrito para la posteridad, reconociéndole que fue el ser humano más noble que he conocido, el cual jamás tuvo ni siquiera en más mínimo desplante de soberbia, esto a pesar de haber sido reconocido siempre como uno de los más grandes periodistas que han existido en Nayarit.

Lógicamente me ha dolido, mucho, la partida de este mundo de mi amigo Francisco Cruz Angulo, esperando que ahora todas las asociaciones de periodistas que hay en el estado, le hagan justo reconocimiento y pidan que su ejemplo y trayectoria queden inscritos en la historia de nuestro pueblo.

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