Muchas críticas por parte del sector empresarial ha recibido el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el que dicen tira el dinero de la nación al dárselo a las familias más marginadas de nuestro país, tomando en cuenta a discapacitados, madres solteras y jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Molesta a estas gentes que son de noble linaje o que ganan miles de millones de pesos explotando a la nación y a los mexicanos, el que ahora este gobierno que se ha dado en llamar de La Cuarta Transformación, esté tomando en cuenta a los desamparados, los que en este sistema político de gobierno capitalista, se les tenía a punto de morir de hambre y quienes se resisten, muestran gran violencia, arrebatando por la fuerza lo que se les niega de manera justa y razonable.
Sobra decir que el pobre y el rico son como el perro el gato, enemigos naturales, que uno vive como parásito del otro, que quien se dedica a explotar concentra en sus manos toda la riqueza, mientras que el explotado es condenado, si es posible, a que muera de hambre.
En nuestro país, los naturales de este pueblo hemos sido explotados por siglos, y esto ha ocasionado sangrientos episodios en nuestra historia, primero para sacar de México a los invasores españoles, luego enfrentamos a los franceses y los anglosajones, los que se apoyaron en ejércitos europeos y estadounidenses, todo ocasionado por conflictos económicos, principalmente, habiendo enfrentado la gente humilde a descendientes de la nobleza extranjera para quitarles la tierra y hacer un más justo reparto de la misma y de las riquezas nacionales.
A través de varias décadas, en el siglo pasado, se encumbraron varios personajes, los que en contubernio con empresarios extranjeros, concentraron toda la riqueza en unas cuantas familias, lo que creó el grave conflicto que hoy padecemos, más porque en complicidad con malos gobiernos, lograron echar abajo leyes que protegían a los trabajadores y a los agricultores en general, acabaron con el poder de los ejidos y los sindicatos y al quedar sin protección, el poder adquisitivo de los salarios cayó de manera criminal, al grado que en la actualidad y a pesar de haberse elevado en mucho, el sueldo mínimo no alcanza a cubrir los costos de alimentación ni de un solo individuo.
La explotación de los recursos naturales, de los campesinos, ganaderos, pescadores y todo el sector productivo primario, es sumamente excesivo, lo que ha ocasionado que estas actividades ya no sean rentables para las familias del campo, principalmente.
Para seguir perpetrando todo este latrocinio, los poderosos empresarios y grandes comerciantes, han corrompido al gobierno, al cual tienen como cómplice, incluso para actividades delictivas como el crimen, narcotráfico, secuestro, robo de hidrocarburo, etc.
Con los muchos apoyos que ahora el gobierno otorga a las familias pobres, se pretende frenar problemas graves de nuestra sociedad, como es la violencia y criminalidad, por lo que se atiende principalmente a los niños y a jóvenes, se fortalece la educación y a muchos trabajadores, lo que ha provocado el enojo de ricos empresarios que suelen explotar a la gente incluso sin darles a cambio un solo centavo, como sucede con las personas adultas y menores de edad que embolsan productos en tiendas que instalan por todo el país.
¿Por qué el gobierno da a esta gente el dinero que pagamos como impuestos?, dicen en su alegato los explotadores, mismos que ni siquiera comprenden que con estas acciones se les está ayudando a evitar que su desmedida avaricia provoque un estallido social, ya que hay hartazgo en nuestra sociedad y la gente de muchos pueblos comienza a hacer justicia por propia mano, por lo que es urgente que se den soluciones sobre todo a los problemas de inseguridad, desempleo, marginación y enorme miseria que aún vivimos, lo que ha comenzado a atacar el sensible gobierno de López Obrador, el que hace llegar algunos apoyos a los mexicanos más desesperados porque no es fácil sobrevivir con hambre, sin dinero y expuesto a que el producto de nuestro esfuerzo quede en manos de personas extrañas