A mediados de la presente semana falleció, de manera repentina en la ciudad de Tuxpan, la señora  María Guadalupe González Gómez, mejor conocida como “La Cuata”, y cuyo cuerpo se veló por la calle Querétaro, donde tenía su domicilio.

      El caso es que este viernes, al pedir los familiares al cura colombiano que tiene en su poder la parroquia de Tuxpan que oficiara la misa de cuerpo presente por la tarde de este viernes para posteriormente sepultarla, este se negó y les dijo que iba a celebrar ese evento religioso pero por la mañana del mismo día, que luego regresaran el cuerpo a la vivienda y que lo sepultaran a la hora que quisieran.

       De esta manera, la gente se reunió en procesión para acompañar el cuerpo de “La Cuata” a la iglesia, teniendo que regresar a su domicilio para por la tarde llevarla a sepultar al panteón municipal.

      Algunos católicos inconformes piden la intervención del Obispo Primado de México, quien es nayarita, pues se trata de Carlos Aguiar Retes, originario de la ciudad de Tepic, quien debe pedir a este cura extranjero que respeta las tradiciones de los pueblos originarios de nuestra patria, como es el caso de la mayoría de los municipios de nuestro estado.

       Señalan también los inconformes, que este cura les apaga veladoras, no los deja hacer guardia a sus difuntos y los manda de regreso con los cuerpos a sus casas, si es que desean les oficie misa de cuerpo presente a sus muertos.