Este pasado fin de semana, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, estuvo de nuevo en Nayarit, estado al que ha demostrado que ama con todo el corazón.
Y es que dicen que “hechos son amores”, y desde el primer momento en que el Presidente de los mexicanos ganó el proceso electoral del 2018, se interesó vivamente por ayudar a los nayaritas, los que en esos momentos tenían una dura prueba por el enorme desastre que provocó el impacto del huracán “Willa” en la región de la costa norte de nuestra entidad.
Por muchos años, cuando apenas aspiraba ganar una elección a la Presidencia de la República, López Obrador visitó muchas veces Nayarit, por lo que cientos de miles de paisanos ya conocían al actual presidente, el que además tenía buenos amigos en esta tierra, a la que volvió como Jefe de la Nación después de más de una década de estar insistiendo en ganar un proceso electoral que lo pusiera al frente del gobierno federal.
Y desde el primer momento, ya investido como Presidente de todos los mexicanos, López Obrador llegó con las manos llenas de apoyos para sus muchos amigos de Nayarit, creando de inmediato un vínculo de verdadera camarería con el gobernador Antonio Echevarría García, quien aprovechó esta amistad para que siguieran llegando más recursos a nuestra entidad, de tal forma, que incluso se pudo concluir un proyecto que tenía más de 40 años de iniciado, como es la carretera Ruiz-Zacatecas.
En nuestra entidad, hace un año, López Obrador anunció precios de garantía a los granos básicos que producen nuestros campesinos, llegando créditos a los ganaderos, pescadores y recursos a las decenas de familias damnificadas en todo el norte del estado, realizando tres visitas continuas a esta región en unos cuantos meses, esto al inicio de su gobierno.
En los momentos más difíciles para las familias nayaritas, tuvimos siempre la mano amiga de AMLO, el que nos sigue beneficiando aunque haya quienes no lo quieran reconocer, pues casi de inmediato duplicó los apoyos a los adultos mayores y llegaron todos los apoyos de los programas sociales, los que nos han servido de mucho porque, cuando menos en lo que respecta a los costeños, seguimos pasando por graves dificultades económicas por las malas temporadas que se han tenido en la agricultura, ganadería y pesca, actividades primarias de las que dependemos económicamente la mayoría de los nayaritas.
En esta última ocasión, López Obrador se concentró en la región más pobre del estado de Nayarit, como es la serrana, donde subsisten, desde hace siglos, los pueblos originarios en los que están asentados decenas de miles de indígenas que han sido víctimas de infinidad de abusos por parte, primero, de los invasores extranjeros, quienes llegaron para esclavizarlos y asesinarlos, y en los últimos doscientos años, ser ignorados por el gobierno mexicano.
López Obrador hizo saber a nuestros hermanos indígenas que ahora su gobierno buscará la manera de hacerles llegar un poco de justicia y para ello, les debe, primero, hacer que puedan acceder a programas que les den preparación académica a los jóvenes, atacar la desigualdad, que tengan carreteras modernas a través de las cuales puedan llegar a las universidades que hay en nuestra entidad y fuera de ella, que tengan fuentes de empleo permanente, que haya buenos servicios de salud y las mismas oportunidades para indígenas y mestizos.
Hizo saber que se tendrá que apoyar a los jóvenes que habitan esta región serrana, que buscará que ahora haya oportunidades de empleo y bienestar para todas las familias, porque lo que se quiere evitar es que, obligados por la necesidad extrema de sobrevivir, caigan en las garras de los grupos criminales que operan hoy en todo México.
Pero lo que se debe resaltar de esta última visita presidencial a Nayarit, es que López Obrador dio su total respaldo al gobernador Antonio Echevarría, el que dijo, es uno de los mejores gobernadores que se tienen en México, que son amigos y por lo mismo, los nayaritas tenemos la seguridad que en los próximos 5 años, nos seguirá yendo bien, pues tenemos un Presidente de la República que nos demuestra a cada rato que nos tiene un gran aprecio y plena confianza en nuestro gobernante.