De manera totalmente sorpresiva el desatado presidente de los Estados Unidos, Donaldo Trump, ordenó se asesinara al general iraní Qasem Soleiman, así como al líder paramilitar Abu Mehdi Al Muhandis, esto mediante un bombardeo con aviones no tripulados, con los cuales, el gobierno estadounidense atacó este país del oriente medio para cometer ambos crímenes.
Las reacciones, a nivel mundial, por este doble atentado, no se hicieron esperar y prevalece a estas fechas la tensión entre muchas naciones que de un momento a otro se pueden ver involucradas en una escalada violenta, ya que toda acción trae consigo una reacción y en este caso, será a través de eventos terroristas o militares en contra de naciones que tienen conflictos permanente con los países árabes y en este caso en especial, con los persas.
Hay justificado temor que por esta actitud irresponsable del gobierno bélico estadounidense el mundo entero entre en otro conflicto armado, en el cual se verán involucrados potencias como Inglaterra, Rusia, Alemania, Francia, etc., siendo lo más lamentable el que por cuestiones tácticas y estratégicas, otras naciones que nada tienen que ver con estos problemas se alineen a uno u otro bando de los contendientes, como es el caso de México.
A la fecha, se han hecho públicas las razones del gobierno yanqui para justificar este asesinato e invasión de una nación ajena, invocando acuerdos unilaterales para ahora violar con total impunidad la soberanía de todos los pueblos del mundo, a los que pueden ir los militares del imperio norteamericano, para cobrar venganza.
La ira del gobierno y pueblo de Irán se ha manifestado ya, por lo pronto, con protestas y marchas multitudinarias, discursos y amenazas, de lo que no ha pasado pero que puede pasar de un momento a otro, esto a pesar de las advertencias hechas ahora por el mismo presidente estadounidense Donald Trump y los comandantes de su poderoso ejército, los que prometen duro castigo a quienes atenten contra el pueblo o ciudadanos norteamericanos.
Muchos analistas se han cuestionados el porqué de este artero ataque yanqui que rompió el equilibrio y la paz que era sostenida por todos los medios posibles en esta conflictiva región del mundo y la cual traerá graves consecuencias a la economía mundial, en el mejor de los casos, ya que podría generar también otra cuenta guerra, mucho más trágica que la última contienda armada mundial, la cual cobró muchos millones de vidas humanas y devastó a naciones enteras, todo por la ambición de personajes como Hitler y el emperador Japonés, quienes buscaban dominar el mundo entero.
Como quiera que sea, las consecuencias de este ataque violento, criminal y artero del gobierno yanqui ya repercute a nivel global y se espera mucho más, pues no será suficiente el que hayan elevado los precios del petróleo y el que Irán decidiera terminar con el tratado nuclear que mantenía con otras potencias mundiales y con el cual, había abandonado el enriquecimiento de uranio y la fabricación de armamento nuclear de destrucción masiva, lo cual de por si, ya es una verdadera catástrofe mundial.
Es posible también que se haya creado ya otro conflicto mucho más grave que el que Estados Unidos tuvo con Vietnan, el cual costará mucha sangre y grandes recursos a toda la sociedad norteamericana, pues al parecer, lo primero que está logrando en el Medio Oriente es la unificación de la mayoría de las naciones árabes en contra de Estados Unidos y su aliado local, Israel, el cual ya se declara listo para repeler cualquier tipo de agresión a su territorio.
Lo peor de todo este negro panorama para el recién desempacado año 2020, es que toda esta crisis fue creada por la ambición personal del millonario empresario y actual presidente norteamericano, Donal Trump, quien busca a toda costa ser reelecto como Jefe de esta poderosa nación, a la que no le importa mandar a una desgarradora guerra, en la que por razones muy comprensibles, morirán miles o cientos de miles de norteamericanos, ya que Irán y sus aliados no están indefensos y tienen ya un buen pretexto para buscar el exterminio total de Estados Unidos como potencia militar y económica.