DEL EDITOR: EL COVID-19 NOS CAMBIO LA VIDA

        No cabe duda que después de la presencia en los humanos del Coronavirus que provoca la enfermedad del COVID-19, el mundo ya no será igual, pues aún lejos de que pase la emergencia sanitaria por esta pandemia, ya se ven muchos cambios en la vida de todas las naciones del mundo.

       La primera gran lección que esta enfermedad dejará para todos los gobiernos, es que nunca se debe bajar la guardia en la procuración de salud y tecnología, pues debido a esto la mayoría de las naciones que se han infectado de esta enfermedad, no tuvieron capacidad de dar una rápida respuesta para salvar la vida, hasta ahora, de cientos de miles de seres humanos fulminados por esta pandemia.

       Aún en los países poderosos, los gobernantes reducen los gastos que les ocasionan dar lo necesario a los científicos para que lleven a cabo investigaciones sobre problemas globales de enfermedades que irremediablemente se presentan en determinados tiempos, así como el que no se produzca lo necesario para dar efectiva atención médica a los habitantes de todo el planeta.

       Y es que simple y sencillamente cuando no se requiere de las investigaciones de científicos y capacitados técnicos, las naciones suelen negarles recursos a los investigadores, mientras que solamente en tiempos de crisis se llevan a cabo campañas para que la gente tenga una vida sana, adoptando de paso las acciones de sanidad e higiene más elementales, como es lavarse correctamente las manos, evitar la contaminación, incluso por manifestaciones afectuosas, como el beso en mejillas y boca, abrazos y apretones de manos, entre otras costumbres que en un momento dado puede perjudicar nuestra salud.

      Hay que decir, también, que algunas de las cosas que ahora debemos hacer por recomendación de las autoridades para contener la propagación del COVID-19, han sido positivas, como es el hecho que ahora muchas personas adultas estén recluidas en sus casas, donde conviven en mayor armonía con sus seres queridos.

       También vemos que a partir de la presencia del COVID-19 se comenzó a impactar la economía de todos los pueblos del mundo, haciendo caer los precios de productos básicos para la vida moderna, como el petróleo y sus derivados, haciendo también que infinidad de alimentos incrementaran sus precios de manera escandalosa, tomando como ejemplo, para nuestra región agrícola, el hecho que el frijol, en todas sus variedades, haya duplicado su valor en el mercado.

        En el ámbito político internacional, vemos que los países que tienen regímenes socialistas, han salido con mayor rapidez de este problema de salud, pues incluso China que fue donde inició la infección de este Coronavirus, se ha recuperado y de más de mil millones de habitantes, la mortandad en ese país es mucho menor que naciones que tienen poblaciones más reducidas, como es el caso de Italia, España y ni que decir de Estados Unidos.

       En nuestro continente, Cuba ha dado ejemplo en la respuesta de su gobierno a la población afectada e incluso, se da el lujo de mandar personal médico a otras naciones, lo que evidencia que en protección a la salud del pueblo, los gobiernos de izquierda han sido más efectivos.

      Y como siempre sucede en estos casos de crisis y grandes tragedias, vemos cómo se dan acciones reprobables en todos los niveles, pues internacionalmente hay naciones poderosas que buscan sacar provechos económicos y para ello, son capaces incluso de cometer agresiones e invasiones armadas bajo cualquier pretexto, por lo que no debemos perder de vista los acontecimientos que se den en todo el planeta en lo que dura esta emergencia de salud.

       Hay que entender también que el reto más apremiante que tenemos en estos momentos en todos los países de la Tierra, en nuestro país, nuestro estado y el municipio que habitamos, es sobrevivir junto con nuestros seres queridos, y para ello hay que llevar a cabo todas las acciones que recomiendan los expertos en salud pública para no contraer este virus, el que podemos llevar al seno familiar y provocar una tragedia, por lo que debemos seguir en nuestra casa y cuando necesitemos salir a la calle, hacerlo de manera que haga imposible que seamos infectados por esta casi invisible bacteria que ya cambió nuestra sociedad. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *