Los mexicanos debemos entender que en la actualidad, el país pasa por momentos sumamente difíciles, y no es solo por la emergencia sanitaria del Covid-19, pues tenemos también enorme retroceso en la economía, hay mucho desempleo, violencia, criminalidad y severa crisis política derivada de décadas de corrupción y malos gobiernos.

       Hay severa afectación de nuestra sociedad, de ahí que los esfuerzos del actual gobierno para resolver a la mayor brevedad esta realidad se vean rebasados, más cuando hay oposición de los grupos más reaccionaríos de nuestro pueblo, los que de ninguna manera quieren perder los muchos privilegios que tenían en las anteriores administraciones y las que pelean con gran fortaleza por recuperarlos.

        Y es que definitivamente quienes condujeron el país al atolladero en que nos encontramos en la actualidad ya no tienen razón ni argumentos para seguir buscando cargos de elección popular, menos para oponerse a que ahora se busque dar un poco de alivio a los mexicanos más pobres y marginados, los que son beneficiados por los programas sociales impulsados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

        En la actualidad, la falta de dinero afecta al gobierno de nuestro estado y a la mayoría de los municipios que conforman Nayarit, no hay dinero en el comercio y muchos empresarios están en una verdadera encrucijada porque la economía anda muy mal, no tenemos dinero circulando en el comercio de nuestra entidad.

       Ante este panorama muy grave, por cierto, la gente pobre de nuestro pueblo debe dar gracias a los programas de asistencia social que les hacen llegar dinero, despensas, enseres, recursos al campo, a la ganadería, pesca y pequeña y micro empresas, ya que de otra manera, si estuviéramos en la época en que el gobierno iba por el rescate primero de los ricos, habría en nuestra población tres o cuatro veces más muertes por miseria que por el Covid-19.

        La falta de dinero y empleo, tiene en la lona hasta los estados más ricos del país y esta crisis económica hace estragos en los pueblos con menos recursos, como es el caso de Nayarit, en el que el gobernó reconoce que está en bancarrota, que se tienen deudas impagables que dejaron las malas administraciones anteriores.

         Y qué decir de los municipios o las comunidades de los pueblos en los que sobreviven solo unas cuantas familias, las cuales, de manera milagrosa siguen subsistiendo gracias a que Nayarit es rico en recursos naturales, lo que hizo exclamar a una ama de casa en el ejido Palma Grande, municipio de Tuxpan al saludar a un sacerdote recién llegado a ese lugar: “Me da pena no invitarlo a que comparta nuestros alimentos, señor Cura, pero estamos tan pobres que no tenemos ni para las tortillas, solamente comemos camarones y pescado”.

        Y es que son miles las familias de nuestra entidad que están sobreviviendo de esta manera, consumiendo lo que les da la naturaleza, tal y como sucede en estas fechas cuando suben río arriba millones de peces pequeños que la gente conoce como “charales”, los cuales son un alimento tradicional que se saca de las aguas del San Pedro en esta temporada.

       Pero dinero no hay, tampoco empleo, por lo que se ve la diferencia cuando llegan los recursos de los programas del bienestar del gobierno federal, o las despensas y apoyos del gobierno del estado, que son pocos pero de mucha ayuda para las desesperadas familias a las que nos ha tocado vivir tiempos verdaderamente terribles, ya que hemos visto morir a infinidad de nuestros vecinos a causa de Covid-19, debiendo también acatar disposiciones de la autoridad que nos parecen una exageración pero que son totalmente necesarias.

      Obviamente, es nuestra misma sociedad la que debe superar todos estos problemas graves, para lo cual es necesario que nos mantengamos unidos, que le apostemos por un radical cambio en el gobierno, a que ya no regresen los emisarios de pasado yl que le echemos una mano al gobierno federal para acabar con la corrupción, pues es por culpa de los ex presidentes de la República ladrones, que México, siendo un país sumamente rico, está ahora en bancarrota y con millones de familias que no tienen ni siquiera qué comer.