Aun cuando se suele caer la sopa del plato a la boca, a estas alturas, apenas los inicios del proceso electoral para designar 15 gobernadores en un número igual de estados, 300 diputados federales designados por el voto popular y 200 plurinominales, alcaldes, legisladores locales, regidores, etc.
vemos ya una gran efervescencia política en Nayarit, tanto entre los personajes que suenan como propuestas para gobernar nuestra entidad, así como para alcaldes en los 20 municipios.
Lo más curioso es que hay quienes incluso pelean si se les critica, como si ya estuvieran registrados como candidatos, o más bien, como si ya fueran gobierno, lo que anticipa a la ciudadanía cómo estarían los ayuntamientos o el estado encabezados por estos individuos, hombre o mujer, que sin tener el cargo ya anda descalificando y amenazando a sus supuestos adversarios.
Dicen que pueblo chico es infierno grande, quizá por eso es en los municipios donde salen más personajes de éstos, los que manejan una gran pasión por las candidaturas y andan más calientes que burra en Mayo, rebasando en mucho a los desequilibrados mentales que en algunas cabeceras municipales les da por decir que ellos son presidentes y que hacen obras todos los días, como el simpático Fredy Villela, en Tuxpan, o como sucedía en Ruiz con el sin par “Potrillo” ejidatario que tenían que amarrar en cada proceso electoral.
Sin embargo no les importa exhibirse a estos acelerados aspirantes a cargos de elección popular, alentados quizá porque hubo ocasiones en que llegaron al poder quienes menos se pensaba y no solo fueron gobierno, ya que de paso amasaron enormes fortunas que les ha garantizado una vida llena de lujos en la actualidad, pues por más que se dice que se combate la corrupción los ejemplos que tenemos a la vista dicen todo lo contrario, ya que por más denuncias que se hacen en contra de ex gobernadores y ex alcaldes, estos andan por nuestros pueblos muy quitados de la pena sin que nadie los moleste.
Ejemplos y nombres de políticos rateros, sinvergüenzas y corruptos que hemos tenido en Nayarit sobra, pero es el caso que no deja de asombrar en ver a personas que uno cree normales y de la noche a la mañana andan desatadas haciendo campañas anticipadas y peleando las candidaturas, la mayoría sin siquiera tener el respaldo seguro de algún partido con registro ante el INE.
También en esta escena aparecen, sin la menor pizca de vergüenza, muchos ex alcaldes, ex diputados y funcionarios de los ayuntamientos que piensan que ahora el pueblo les debe devolver el favor llevándolos a cargos de elección popular.
La gente cuerda no concibe el hecho que anden peleando ser candidato a presidente municipal un Eduardo “La Loca” Valenzuela, o Isaías “La Rata” Hernández, en Tuxpan; y que en Ruiz ya se apuntaron para el mismo nombramiento Martín “El Diablo” Mejía, “El Pillo” Romero y algunos ex regidores que no les importa el que tuvieron un pésimo desempeño que les ganó el repudió de la población.
Hay algunos políticos tradicionales que en cada elección salen a la luz, moviéndose en todas direcciones, buscando el que ahora si se les tome en cuenta, ilusiones que no dejan a pesar de los constantes descalabros que han tenido a lo largo de su vida en el plano electoral, habiendo quienes suelen decir que la vida les pueden quitar, pero sus sueños y anhelos de llegar a los cargos públicos jamás.
Este panorama durará el resto de los días que faltan para que termine este año y se incrementará en los primeros meses del 2021 y comenzará a bajar la temperatura allá por los meses de marzo o abril, cuando ya hayan culminado los nombramientos de los candidatos de todos los partidos que habrán de participar en el proceso electoral que culmina el domingo 6 de junio.
Y mientras se llega esa fecha, vamos a seguir viendo muchos eventos chuscos en nuestros pueblos, asombrándonos al ver cómo buscan sobresalir en la sociedad gentes que hasta hace unos cuantos días creíamos eran personas serias y cuerdas, las que ahora hablan incoherencias y son capaces de pararnos a media calle para pedirnos nuestro voto cuando es obvio que nadie los toma en cuenta.