Hoy comienzan las llamadas “Vacaciones de Semana Santa”, las cuales esperábamos con enorme ansiedad y desesperación la mayoría de los mexicanos, los cuales tenemos incluso la necesidad de relajarnos luego de más de un año sumamente difícil a causa de la emergencia sanitaria derivada del contagio del Coronavirus que nos infecta de Covid-19, el cual ya mató casi 200 mil de nuestros compatriotas.Apenas hace unos cuantos días platicábamos con la doctora Gema Celina Navarro González, regidora con la comisión de Salud en el municipio de Tuxpan, quien encabezó en su momento la lucha para evitar que se propagara esta enfermedad en este lugar, tocándole lo más álgido de la pandemia y muchos vecinos mostraban molestia porque procuró hacer retenes a la entrada del pueblo y tomando temperatura a quienes ingresaban o salían.

Todas las medidas de prevención que llevó a cabo esta funcionaria por iniciativa propia y de acuerdo con el alcalde del lugar, el también doctor José Octavio Olague Avena, fueron las acertadas, sin embargo, la gente protestaba y hubo quienes hasta se molestaron y la difamaban, sin imaginarse que en pocos días sufrirían las consecuencias de esa actitud, pues la pandemia no se pudo frenar y a la fecha, hay decenas de personas fallecidas y cientos de infectados que han tenido que sufrir las muchas consecuencias que trae consigo el Covid-19.

Y es fácil hablar a “toro pasado”, como dicen, por lo que a poco más de un año de haberse detectado este virus en Nayarit, ahora se da la razón a las autoridades y a los médicos y enfermeras que nos alertaban y nos decían que teníamos que aislarnos en nuestros domicilios, utilizar cubre boca, mantener sana distancia y hasta cerrar negocios y lugares de esparcimiento a los que tenemos costumbre de asistir los nayaritas.

Durante los inicios del año 2020, no hubo ningún tipo de festejo, dejaron de llevarse a cabo las clases presenciales en todos los centros educativos, se cerraron las playas del mar y lugares turísticos, se nos impidió la celebración hasta de fiestas infantiles, pasando día de la madre, semana santa, festejo guadalupano, posadas, Navidad y Años Nuevo sin salir a la calle, menos llevar a cabo reuniones masivas y ahora, un poco relajados, se nos dará la oportunidad de visitar, con todas las medidas sanitarias, algunos lugares turísticos.

Las consecuencias por no haber llevado un estricto control sanitario en este tiempo, nos pasó una factura muy alta, ya que todavía están severament5e afectados el sector salud en Nayarit, las finanzas públicas del gobierno estatal y municipal y nuestra sociedad no se ha podido reponer porque la totalidad de los sectores que la integran siguen afectados severamente en lo económico, siendo esta la principal razón que se toma en cuenta para abrir playas y negocios relacionados con el turismo, del que dependen decenas de miles de trabajadores en nuestra entidad, así como por salud física y mental de una inmensa mayoría de nayaritas que sufren estrés y otros problemas emocionales.

En otras partes del país, se habla también del regreso de los niños y jóvenes a las clases presenciales, que las familias que han estado en sus casas por más de un año ya no soportan más, que han crecido muchos los problemas de agresión y violencia intrafamiliar, así como los feminicidios y otros delitos que impactan directamente a nuestra sociedad que apenas da muestras de estarse recuperando de la pandemia del Covid-19.

Y es que ya han dicho los expertos que salir de esta crisis sanitaria no será cosa fácil, que puede haber rebrote de Covid-19, que el Coronavirus que provoca esta enfermedad está mutando y que la alerta debe seguir en todo el mundo.

Por esta razón tenemos que cuidarnos si vamos a salir de vacaciones en esta semana santa; no hay que dejar de lado las medidas de salud que nos recomiendan, por lo que habrá que seguir utilizando el cubre boca, mantener siempre una sana distancia, gel antibacterial y no participar en eventos masivos, ya que al relajarnos podemos perder lo ganado hasta estos momentos, volver a los confinamientos y lo peor, seguir lamentando la pérdida de vidas humanas, que es en verdad, lo más doloroso que nos puede suceder, ya que una vida humana no tiene precio.