Solo faltan unas cuantas semanas para que se lleven a cabo en México las elecciones más competidas de la historia, tanto por el número de partidos que están participando como por el número de candidatos a todos los cargos de elección popular, lo que tiene asombrado al mundo entero, pues en otros países que se dicen civilizados, la contienda por el cambio de gobierno son solo entre unos cuantos contendientes.
Quienes estamos inmersos en este proceso que concluye el próximo domingo 6 de junio, los ciudadanos, no dejamos de asombrarnos, pero no por la presencia de tanto oportunista que utilizó todo tipo de argumentos, presiones y tráfico de influencias para ser registrado por algún partido, pues eso casi es normal en la democracia que padecemos, pero si estamos escandalizados porque en la mayoría de los estados y los municipios donde habrá elecciones, se nos dejó como opción el votar por el menos malo de los contendientes.
Y es que la clase dominante, los ricos, defienden sus intereses a través de los políticos corruptos que siempre han estado a sus órdenes, mientras que por parte de quienes se dicen son el cambio, solo quieren perpetuarse en el gobierno, seguir manteniendo mayoría en el Poder Legislativo y preparar el terreno para el siguiente Presidente de la República y nadie lucha por el pueblo humilde, y menos dejan que éste ponga a sus representantes como candidatos.
A estas alturas, como dijo Jesús cuando fue clavado en la cruz, todo se ha consumado, ya no hay vuelta atrás y solo hay que esperar los resultados del proceso electoral del 6 de junio, a través del cual, vamos a ver como cavan la tumba de muchos pueblos que serán gobernados por verdaderos criminales, corruptos y rateros.
Y es que hasta en la más humilde de las demarcaciones vimos gente que buscó el registro por un partido y al no ser aceptado, brincó a otro y finalmente tuvo que emigrar al que menos posibilidades de triunfo tiene, demostrando ese aspirante a representar a sus vecinos de su territorio, que solo lo motiva el hecho de cobrar una elevada quincena en el ayuntamiento, pues no posee el más mínimo ideal, no busca cambios ni beneficios para las familias a las que engañará haciendo toda clase de promesas falsas.
En algunos municipios tenemos la presencia de quienes estuvieron en un cargo público y pidieron licencia para competir para otro, no terminan ni dieron resultados positivos en el encargo que les hizo la ciudadanía y dicen que ahora si, que como alcaldes o diputados, harán un mejor papel.
Otros renunciaron a su partidos, se fueron a otros, donde los rechazaron y por medio de presiones, desplazaron a los militantes del partido en el poder, MORENA, para ser sus abanderados.
En estos casos se sospecha que hubo “moches” con los dirigentes morenistas, que se sigue dando ahí una gran corrupción cotizándose muy alto las candidaturas porque piensan que los votos para este partido se darán casi por inercia porque la gran mayoría de los mexicanos respaldamos y tenemos confianza en el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lógicamente el presidente Obrador cuenta con el total respaldo de la gran mayoría de las familias mexicanas, pero quienes se dicen sus amigos flaco favor le hacen al poner en duda su integridad para que verdaderos delincuentes cuenten con el respaldo del partido que fundara y lo hiciera ganador precisamente por su honestidad y fortaleza moral, por su don de gente y el gran amor y apoyo que tiene por los mexicanos más pobres.
Incluso los irresponsables estrategas que están al frente de la alianza “Juntos Haremos Historia”, puedan hacer fracasar la Cuarta Trasformación del País, la que sabemos se dará, por la vía pacífica, a través de muchos años de permanente lucha contra los enemigos de México agrupados en una casta privilegiada y casi divina, y todo por meras ambiciones personales y ausencia de ideología, por ser meros mercenarios de la política y buscar, a toda costa, seguir perpetrando la rapiña de la riqueza nacional a través de los cargos públicos de elección popular en alianza con toda clase de sujetos deshonestos, traidores a la patria y que no ven que están condenando a nuestro pueblo a un sombrío panorama que ya se ve llegar a la vuelta de la esquina.