Gran expectación causó a la opinión pública, la noticia que el obispo de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, dio a conocer en días pasados, pues él mismo denunció a la Fiscalía la probable responsabilidad de un sacerdote acusado de violar a un menor de edad, siendo detenido el acusado, el que lógicamente fue puesto a disposición de las autoridades. Este caso es igual que la acusación que hicieron los padres de un menor que fue violado sexualmente por un diputado federal, caso que aún se comenta porque este político cuenta con fuero Constitucional y sus perversiones pueden quedar impunes. Estos dos casos de abuso sexual, sobre todo de los sacerdotes, no es cosa nueva, ya que muchos de esos santos varones, en su ordenación sacerdotal juran llevar a cabo el llamado celibato (o sea, no tener mujer e hijos), pero hay casos en que los bajos instintos salen a flote y cometen toda clase de aberraciones, ya que el que no sale joto sale muy macho y mujeriego, por lo que llegan a procrear muchos hijos que no registran y mucho menos dan manutención. Por su parte, los políticos degenerados están agrupados en grupos gay que se han apoderado de cargos clave en las esferas políticas en los tres niveles de gobierno, donde cometen todo tipo de actos lésbicos, abusos y eventos aberrantes, y es que hay de todo en la viña del Señor, se suele decir. En el caso de nuestro estado, la denuncia la hizo el más alto jerarca de la iglesia Católica, el que tiene autoridad hasta en el estado de Jalisco, donde hace llegar todos los lineamientos del Pastor en el Mundo, el Papa Francisco, quien se ha pronunciado en los últimos años porque se castigue y se denuncie a todos los pederastas que hay en la Iglesia de Cristo, lo que sin duda acató nuestro prelado al alzar la voz para que se cuiden los curas y sacerdotes a los que les truena la reversa o meten cambio sin pisar el cloche. Los políticos son más descarados, incluso las damas políticas, ya que a algunas se les nota como a “Doña Leonor”, pero eso desde luego que no es ningún delito, pues se convierte en algo ilícito cuando una persona fuerza hacer lo que otro no quiere, por eso es delito el que anden de calenturientos y pierdan todo, como en el caso de Ruiz, donde se tiene todavía en prisión a un ex alcalde. Hay que señalar también que la mayoría de estos casos se dan bajo el amparo del poder, y la iglesia católica cuenta con un oscuro pasado de violaciones y abusos sexuales, como lo confirman los conventos y seminarios en los que se emparedaban niños recién nacidos producto de relaciones entre curas y monjas, y que decir de los curas verracos a los que ni los monaguillos se les escapaban mucho menos las monjas, todo por no autorizar que estos servidores espirituales hagan una vida normal para que sepan lo que es mantener un vieja enfadosa e hijos mariguanos y viciosos, algunos que ni siquiera son de uno, Lo bueno es que ya la iglesia está denunciando a los malos sacerdotes y que los políticos son llamados al bramadero por mayates. Por lo pronto, yo me declaro culito pero sanito… Y hasta la próxima.