Este pasado jueves 27 de mayo, mi amigo y compañero del deporte y la bohemia Octavio Araiza estuviera cumpliendo 82 años de edad, recordándolo con gran afecto, ya que éramos afines en gustos y juntos compartimos grandes momentos en esta vida que Dios nos ha prestado.
Octavio, fue hijo del prestigiado y bien recordado pítcher tuxpeño Antonio “Cañón” Araiza y de la Sra. Flora Díaz, ambos ya fallecidos también. En la actualidad le sobreviven sus hermanas Chela, Yolanda y Martha y su hermano Antonio, a quien tuve el gusto de saludar en una de sus visitas a este lugar procedente de Ensenada, Baja California. Mi amigo Octavio fue, junto con Manuel “El Lijas” Bustamante, mis dos pitcheres estrellas en aquél equipo de béisbol “Ayuntamiento”, tan lejano en el tiempo pero tan cerca en nuestra memoria, que organizamos en la década de los 50’s, tenían tal control en sus lanzamientos que jamás golpearon a un bateador y ambos, siendo pitcheres, eran también buenos bateadores. Vienen a mi mente grandes personajes que por afición y amor al béisbol cooperaban y participaban de alguna manera, como el guarda estadio Goyito Ramírez (Gran Goyo), el famoso y prestigiado ampáyer Abraham Iñiguez, Don José Guerrero “El Cohetero”, José González, padre de los Cuates González, etc.
Recordamos también que en ese tiempo, era presidente municipal el Dr. J. Cruz Guerrero Lomelí y diputado el ejidatario Luis Mercado Rivera. También recordamos con gran nostalgia y emoción a nuestras madrinas que engalanaron nuestro equipo en ese año de 1958, Martita Guerrero Chávez, que actualmente radica en Guadalajara, y a Guillermina Mercado, a quien Dios la llamó ya a su lado hace más de una década.
Solíamos conversar en su bar “La Peña Deportiva”, donde coincidían infinidad de amigos y clientes que gustaban escuchar las anécdotas deportivas referidas en forma muy especial por Octavio con su mímica característica que parecía hablar con las manos y a disfrutar la música selecta de boleros de antaño, que nos hacía recordar nuestros buenos tiempos de la juventud y los bailes en la Alberca Reforma y El Patio, y los que organizamos también cuando integramos el Club Deportivo del mismo nombre, de cuyos integrantes recuerdo de momento a Crescenciano López Tapia, Fito Serrano, Maplio Gamboa, Lalo Mora, Martha y Oscar Herena, al Nene Félix Valdivia, Francisco Ramos Corona “El Pescadero”, y otros de quienes les hablaré en otra ocasión. ¡qué tiempos aquellos señor Don Simón!
Por hoy, solo quiero hacerles partícipes y compartir con todos los que fuimos sus amigos estos recuerdos como un sencillo homenaje a la memoria del gran amigo que fue desde la infancia Octavio Araiza Díaz, quien solo se nos adelantó un poco en el camino, pero que sigue viviendo espiritualmente en quienes lo apreciamos y supimos valorar y aquilatar la gran calidad del hombre sensato, prudente, discreto, inteligente y sobre todo, que supo honrar ese sentimiento humano tan difícil de encontrar que es la amistad verdadera.
¡Te recordamos con gran cariño en tu cumpleaños amigo Octavio! (Alex Aréchiga).