Dentro de unos cuantos días, el miércoles 2 de mayo, para ser exactos, concluye la campaña política en la que estamos inmersos, proceso que culmina con las elecciones del domingo 6 de junio de este 2021, las cuales han sido calificadas como las más grandes votaciones en la historia de México.

Y junto con esta distinción histórica, habrá que agregarle que en lo que va de esta campaña política rompimos otro récord, el de la inseguridad y de ataques mortales a casi un centenar de candidatos en todo el territorio nacional.

La violencia en este evento cívico evidencia la debacle de nuestra sociedad  y del gobierno capitalista en que vivimos, donde aún campea la corrupción, el pillaje y las imposiciones, pues lo que se hizo en el 2018, solo fue un cambio de la imagen presidencial y del partido que está ahora en el poder.

Los mexicanos, en su gran mayoría, estamos hartos de los políticos y los partidos tradicionales y se nos dio la nada grata sorpresa en este proceso cívico, que la familia política corrupta fue a dar a MORENA, la que se alió con lo más negativo del PAN, PRI y PRD, desplazando a quienes estuvieron en la trinchera del nuevo partido que llevó al poder al actual presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, fortaleciéndolo de paso, al entregarla un Congreso de la Nación con marcada mayoría que apoya con todo al gobierno del cambio.

Y es que los ilusos pensamos que con esta fortaleza, el gobierno mexicano y su partido le apostaría a llevar a los estados que están en disputa, 15, a gente del pueblo humilde, a verdaderos representantes del pretendido cambio, que se iría con todo el contra de la clase política corrupta y traidora a la Nación que tanto daño nos ha hecho.

Tal cosa no sucedió, por el contrario, se fortalecieron cacicazgos locales y en el caso de nuestro estado, Nayarit, se colocaron como candidatos de la alanza MORENA, PT, Partido Verde y Nueva Alianza, a personas avaladas desde el palacio de gobierno, pues hay marcado interés que el gobierno saliente cuente con el respaldo y protección del Congreso estatal, que no es cualquier cosa, pues ya se vio en el caso de Tamaulipas, cómo el poder legislativo local ha protegido al gobernador Francisco Cabeza de Vaca de los embates de la Presidencia de la República,

En el ámbito empresarial y comercial, los grandes empresarios que tienen en sus manos el territorio nayarita, pretenden seguir manteniendo sus muchos privilegios con la compra y comercialización de las cosechas de los campesinos, ampliar sus negocios en los 20 ayuntamientos, sobre todo en los costeros, como Bahía de Banderas, San Blas, Santiago y Acaponeta, donde se esperan grandes inversiones del gobierno federal y de empresarios nacionales y extranjeros.

Muchos de los candidatos que entraron a la alianza “Juntos Haremos Historia” a bayoneta calada, despertaron odios y resentimiento en los grupos que aspiraban a los registros y de ahí se comenzó a gestar enorme violencia que ahora priva en todo el país, ya que en Nayarit, si bien no hemos tenido bajas mortales en esta campaña, si se está dando la confrontación, como sucede en el municipio de Tuxpan, en el cual, el grupo porril que apoya a la impuesta candidata a presidenta municipal, la diputada con licencia Margarita Morán Flores, han quebrado los vidrios de los vehículos que traen propaganda de la alianza contraria, la del PRI, PAN y PRD.

Estos enfrentamientos que no han hecho aún que llegue la sangre al río en nuestro estado, los vemos también en otros municipios, como Tepic, Bahía de Banderas y se habla de que grupos armados han impedido que promotores de algunos partidos hagan su trabajo en determinados territorios.

Y en verdad hay que decir que ninguna ambición o cargo público alguno, vale una vida humana, o muchas, como las que ya ha cobrado la violencia en esta sangrienta campaña electoral en la que aún nos falta mucho por ver, ya que hay candidatos con mente retorcida que no les importa enfrentar y poner en riesgo la vida de los ciudadanos con tal de conseguir sus objetivos, por lo que esperamos que no tengamos que lamentar venganzas post electorales con más pérdidas de valiosas vidas humanas y mayor derramamiento de sangre.