Dicen que palo dado ni Dios lo quita, por lo que los partidos y los políticos que participaron en el proceso cívico que culminó con las elecciones de este domingo 6 de junio, están haciendo el recuento de los daños que tuvieron.
Y es que todos los que participaron como candidatos estaban seguros que iban a ganar, pues de otro modo hubieran declinado antes de que fueran derrotados en las urnas, por lo que ahora todos buscan una explicación que les haga ver en qué fallaron y el por qué la gente no votó por ellos, esto es en cuanto a los perdedores, pero los que se alzaron con el triunfo, lamentan el que este no sea haya dado de manera total, en lo que dan en llamar en estos procesos electorales “carro completo”.
Por esta razón, los dirigentes de MORENA, partido que se vio sumamente fortalecido al obtener gran mayoría de triunfos en los estados, lamentan el que hayan tenido un gran retroceso en su bastión, que es la Ciudad de México, donde fueron derrotados en muchas de las alcaldías que mantenían en su poder desde hace más de una década.
Igualmente, los dirigentes del partido en el poder vieron retroceder el número de diputados federales en la Cámara baja del Congreso de la Unión, por lo que ahora tendrán más dificultades para llevar a cabo reformas a la Constitución para avanzar en el proyecto del Presidente Andrés Manuel López Obrador de la Cuarta Trasformación de México.
También vari os partidos políticos tendrán que enfrentar el retiro del registro, estando en peligro de desaparecer incluso el PRD, el cual no alcanzó en porcentaje en algunos estados de la República y aún así, el dirigente nacional perredista Jesús Zambrano hizo declaraciones desafiantes al respecto.
La geografía política de México cambió radicalmente con este proceso, pues ahora son más de una decena de estados que están en poder de MORENA, algunos, muy pocos, siguen en manos del PAN y el PRI casi está extinto en la repartición de gobiernos estatales, así como el que mantenga pocos municipios y se haya reducido en mucho el número de diputados en los Congresos estatales.
Los nuevos votantes, la gente joven menores de los 30 años, ya no fueron atraídos por los partidos tradicionales y buscaron nuevas opciones, siendo una de ellas el Partido Movimiento Ciudadano, por el cual votaron en todo el territorio nacional, resultando también sorpresivo el avance que tuvo el Partido Verde Ecologista de México, por el que muchos ciudadanos adultos no dábamos un solo voto, pero ahora es totalmente diferente la óptico en materia política de los jóvenes, fuerza que está logrando muchos cambios en el escenario político de nuestro país.
Contrario a lo que pudiera pensarse, las muchas víctimas mortales que hubo en este sangriento proceso político electoral que fue también sumamente violento, no pesa tanto a las dirigencias partidistas como las derrotas que sufrieron en las urnas, ya que esto último los margina de muchos privilegios que les hace tener una vida disipada, sin sobresaltos, y el que sean tomados en cuenta en la repartición del mucho dinero que se maneja en el ámbito de los gobiernos estatales y municipales.
Conforme pasen los días, los ciudadanos seguiremos enterándonos de muchos pormenores de los escándalos y desavenencias que se registraron en esta justa electoral, así como de las negociaciones que se hagan para solucionar las muchas impugnaciones que ya se ven venir ante los juzgados en materia electoral y después de esto, los mexicanos nos vamos a percatar que también fuimos afectados por los grandes daños que se hizo a las finanzas públicas, al patrimonio de la Nación, el cual va a dar a manos de muchos pillos que están agazapados detrás de estos procesos de nuestra democracia, la que dicen siguen siendo una de las más caras del mundo, ya que de ella dependen consejeros del INE con altísimos sueldos, partidos que se gastan enormes cantidades en su promoción, millones de empleados que se contratan para atender las jornadas electorales y el mucho dinero que se maneja para corromper tanto a funcionarios del gobierno como a los simples votantes que se sienten afortunados de recibir dinero por su voto sin poder entender que con esa acción pasan a ser víctimas de los malos gobernantes.