Aunque uno quiera ser serio y como informadores dar noticias veraces que no parezcan chascarrillos, en ocasiones esto no es posible, pues en esta ocasión su chaparro reportero hará saber que estuvo cubriendo, de manera profesional y no como activista, la marcha gay en Ruiz.
Se debe decir que este fue un bonito ambiente, en el que los mismos organizadores señalaron que esta marcha del orgullo gay era con total respeto a la sociedad en general del pueblo de los rieles.
Todo estuvo di-vi-no… hasta que se presentó un incidente, ya que uno de los mirones del público, el que iba en una bicicleta toda chiruda y no arreglada como la que usaba “El Combinado” en Tuxpan, el que mostrando que si era, traía su frágil vehículo con adornos de colores, flores y todo eso.
Y a lo que vamos y es la nota principal de este reportero, el despistado conductor de esta bicicleta, por ir bobeando a los que llevaban a cabo la marcha, no se percató que a pocos metros estaba un auto detenido en plena calle, y eso porque quienes también iban en esta unidad, estaban entusiasmados viendo las excentricidades de algunos integrantes de este colectivo, lo que además iban ataviados con hermosos trajes.
Por eso el ciclista despistado pegó de lleno contra el auto, cayó de cara al suelo, soltó un par de dientes y una mancuerna de pedos y quedó como el caballo blanco, con el hocico sangrando.
De inmediato se escuchó el clásico grito prohibido en los partidos de fútbol: ¡Qué Putazo!, lo que provocó que quienes iban a la marcha contestaran en coro: –Pos díganle a esa loca que se venga al desfile!!
Y pos hay quedó esta anécdota que a la mejor pasan por la tele en los noticieros a nivel internacional y que pasó en el mero Ruiz…