DEL EDITOR: FINQUEMOS REPONSABILIDAD

A un par de meses de que terminen las actuales administraciones en el estado y los 20 municipios de Nayarit, la mayoría de los alcaldes y el mismo gobernador, Antonio Echevarría García, parece que han perdido el interés por seguir trabajando y cumpliendo sus obligaciones con la ciudadanía.

Este panorama lo hemos vivido siempre al final de las administraciones públicas todos los mexicanos, no nada más los nayaritas, repercute de manera negativa  en la seguridad, bienestar y vida de todas las familias sin excepción, por lo que habría que cuestionar a nuestros gobernantes cuando están por abandonar el barco que ya los llevó, a ellos, a buen puerto, dejando varados y en muy malas condiciones a quienes los hemos acompañado por tres o seis años.

Y es que simplemente dejan de lado su responsabilidad de ver por sus gobernados, se dan a la tarea de preparar su salida del cargo de la mejor manera aprovechando de paso para ver qué se pueden llevar en estos últimos días.

Es tanta la ambición de algunos funcionarios, que no se han hartado con todo lo que han obtenido en su paso por el poder, quieren más, mucho, sin dejar nada a sus sucesores y menos a la población civil, la que dicen, debe rascarse con sus propias uñas, pues se les hace mucho la miseria que han repartido entre su gente.

En su ambición, la mayoría de quienes nos han gobernado, caen en su propia trampa, pues por las prisas por no dejar nada en las arcas públicas, han dejado huellas de sus tropelías y algunos han ido a parar a la cárcel y se les ha obligado a regresar parte de lo mucho que robaron.

Otros siguen en  prisión y la mayoría de estos ex funcionarios públicos delincuentes están libres, aunque eso gracias a que siguen siendo protegidos por quienes están gobernando y éstos les deben muchos favores y son cómplices de corruptelas y entre bandidos se cuidan las espaldas unos a los otros.

En la actualidad, el gobierno federal quiere acabar con la corrupción, lo que sabe es una misión sumamente difícil, la que se debe iniciar por someter a rigurosa investigación a quienes todavía están gobernando nuestros pueblos, que se haga pública la fortuna con la que salen de su encargo constitucional, qué bienes tenían al iniciar y saber si no volvieron super millonarios a sus familiares más cercanos, pues en la mayoría de los casos los utilizan como prestanombres y tapadera.

Casi la totalidad de nuestras figuras públicas, han estado colaborando con la delincuencia organizada y se volvieron parte de estos grupos criminales, por lo que son responsables de infinidad de delitos graves, entre ellos crímenes, secuestros y desapariciones forzadas.

Esas cosas y muchas más son del conocimiento de toda nuestra sociedad, la que se cuestiona qué autoridad se presta para que estas personas sean de verdad intocables mientras siguen gobernando, a pesar de ser público y notoria su enorme irresponsabilidad y complicidad con la delincuencia organizada.

En estos meses previos a dejar el poder, por lo regular, el gobierno y los alcaldes en turno se dedican a preparar su separación del cargo y les urge, por ello, no dejar un solo hilo suelto que posteriormente los lleve a prisión, contratando para ello a verdaderos expertos en burlar a la ley haciendo parecer legal todas sus corruptelas, utilizando para ellos el dinero público que les alcanza para que les den luz verde incluso en otros poderes, como el Legislativo, donde supuestamente vigilan que no se roben el dinero del pueblo.

Por eso es urgente que se hagan viriles denuncias con mucha antelación a la salida de los cargos públicos de estos mañosos funcionarios, pues para combatir la corrupción en el gobierno estatal y municipal se deben fincar responsabilidades a todos los personajes que todavía nos gobiernan, los que, por lo pronto, desde hace meses han dejado abandonada la dirección de nuestra entidad y los ayuntamientos que hay en Nayarit, lo que es otro delito, y en el caso de que haya quienes demuestren su total inocencia, reconocerlos antes de bajarse del barco que supieron conducir a buen puerto, pero casi debemos dar como seguro, que los alcaldes que demuestren su rectitud y cabal honestidad, van a ser meros garbanzos de libra.

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