DEL EDITOR: EL PUEBLO NO AGUANTA MÁS.

Nayarit está por salir de una administración estatal sumamente pésima, en la que si bien no se tuvieron los índices de corrupción y violencia como en el de su antecesor, si deja un amargo sabor de boca porque creó una miseria extrema entre trabajadores, campesinos y pequeños comerciantes y empresarios.

Dicen los analistas que esto fue producto de la irresponsabilidad del junior Antonio Echevarría García, al que sus padres le regalaron el que fuera gobernador de nuestro estado, cargo que desempeñó por eso sin la debida seriedad porque ya sabemos que lo que no nos cuesta ningún esfuerzo, no se le da tanta importancia.

Los ricos y los pobres son como los perros y los gatos, solía decir el fallecido líder ejidal de Tuxpan, Bartolo Ornelas Corona, jamás van a ser amigos, ya que los primeros necesitan a la gente humilde para vivir de ella, acrecentar sus fortunas y poder, pues no son hermanas de la caridad, y si, en la práctica fuimos testigos de que el actual gobierno se fue en contra de los trabajadores universitarios, dejó de apoyar a los agricultores y a todos los integrantes el sector primario, como son los ganaderos, pescadores, jornaleros, etc.

En la actualidad, las familias humildes de Nayarit estamos subsistiendo a duras penas, no hay dinero circulando porque no se han creado fuentes de empleo y muchas empresas de la gente pobre del pueblo, están amenazadas de muerte, pues fueron recortadas de los presupuestos de los gobernantes como proveedores, dejando solo a las que depende de gente de dinero y con muchas influencias.

Dijo un alcalde todavía en funciones al inicio de su mandato, que hay suficiente dinero en el gobierno, pero que no llega a la gente del pueblo porque se lo roban, más cuando están por salir del cargo y les entra la ambición a los funcionarios, habiendo métodos sumamente sencillos para llevar a cabo esos atracos al erario público, como es el detener vehículos y seguir metiendo notas de consumo de gasolina, el despedir trabajadores de todos los niveles en las dependencias municipales y estatales y que los sueldos sigan apareciendo en las nóminas, pues hay acuerdo para hacer este hurto de manera “legal”, existiendo muchos trucos más para supuestamente recuperar dinero que sirve para sanear las maltrechas finanzas y de esa manera, cuando menos, no queden evidencias de malos manejos.

Y es que a nuestros representantes públicos los tachamos de rateros, no de tontos, pero han sido tantas las malas administraciones gubernamentales que hemos padecido en Nayarit, que ya de plano nuestro pueblo no aguanta más, pues existe en la actualidad mucha desesperación en la sociedad nayarita, la que ve cómo se sigue incrementando la miseria, violencia, corrupción y la impunidad, lo que es sumamente peligroso, pues estamos a punto de que esta situación provoque un estallido social como el que se padece actualmente en varios estados de la República, como Michoacán, Guerrero y Chiapas, y hay entidades donde se tiene presencia de grupo terroristas que están acabando con el estado de derecho, el que en Nayarit está sostenido por delgados hilos ante tantos abusos.

Y es que a la miseria extrema que se padece, se le suma la prevaleciente inseguridad en todo el país, mientras que en Nayarit se tienen territorios en los que la presencia de integrantes de las bandas del crimen organizado es una permanente amenaza y cobra la vida de muchas personas, siendo esta realidad ocultada por los irresponsables gobernantes que ni siquiera seguridad dan a la población.

Hay que señalar que se siente en el ambiente una tensa calma en nuestra entidad, en la que la población espera que el gobernador electo, doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, asuma este cargo con total responsabilidad, que se ponga a trabajar de inmediato en la solución de la problemática tan grave que vivimos todos los nayaritas y demuestre que acabará con la impunidad llevando de inmediato a juicio a quienes hayan cometido delitos bajo el amparo del poder y a quienes son cómplices de los delincuentes que siguen haciendo de las suyas, debiendo de inmediato hacer justicia a quienes por no estar de acuerdo con el mal gobierno, se nos ha reprimido retirándonos nuestra única fuente de ingresos.

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