CORREO DEL PACIFICO FESTEJA 46 AÑOS DE EXISTENCIA CON MERECIDO HOMENAJE A ALEX ARECHIGA.

Este domingo 22 de agosto del 2021, el DIARIO CORREO DEL PACIFICO, cumple 46 años de existencia y debido a la contingencia del Covid-19, no será posible llevar a cabo el tradicional festejo, en el cual compartimos comida y bebida con muchos de nuestros grandes amigos.

En este acontecimiento teníamos contemplado festejar a nuestro colaborador, jefe de publicidad y Cobranza, Alejandro Aréchiga Gallardo, y como esto no es posible, decidimos hacerle un homenaje recordando su trayectoria ejemplar de ser humano, excelente padre, buen esposo y amigo sincero, el que como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, no miente, jamás ha cometido un acto de corrupción y tiene total lealtad a sus muchas amistades.

Alejandro Aréchiga nació en la ciudad de Tuxpan en 1937, por la calle Constitución, en una casa ubicada entre las calles Corona e Independencia, en la que guarda, como preciado tesoro, enormes recuerdos de su mamá María Dolores Gallardo y su papá Francisco Aréchiga, herrero de profesión, trabajo que heredó al más grande de sus hijos, Carlos, siendo estos de los primeros herreros que hubo en este pueblo.

Desde su infancia, Alejandro mostró gran interés por los periódicos, pues vendía “El Heraldo de Tuxpan” en las calles del pueblo, apasionándose posteriormente por el deporte, practicando box y béisbol y llegada la edad, junto con el servicio militar llegó el tiempo de disfrutar de los bailes junto con sus muchos amigos y amigas de la época, y el 5 de Junio de 1966 cuando contaba con 28 años cumplidos, se casó con Mirna Sánchez, celebrándose la boda en un templo parroquial del pueblo de Aztlán de la Grana, Jalisco.

En su casa en Tuxpan, nacieron sus hijas Mirna y Alejandra Aréchiga Sánchez, habiéndose desempeñado como burócrata, pues trabajó en el ayuntamiento, lo que aprovechó para hacer un equipo de béisbol con el que participaba en la Liga Municipal y Regional de su municipio, el cual impuso el nombre de “Ayuntamiento”.

En esa misma época, Alex seguía llevando a cabo su pasión, el colaborar en los periódicos, por lo que estuvo publicando notas sociales y deportivas en “El Independiente”, medio informativo que editaba Francisco González Patrón (qepd) y debido a su inquietud y a la necesidad de dar bienestar a su familia, emigró junto con su esposa e hijas, a la ciudad de Los Ángeles, California, donde se dio a la tarea de ubicar y relacionarse con todos sus paisanos que ya estaban radicados en el vecino país del norte.

En esa dura época, la familia Aréchiga Sánchez supo aprovechar el que ganaban dólares, por lo que con grandes sacrificios e ingenio, pudieron ahorrar para regresar a México y emprender algún negocio propio, y poco después de 1975, hizo contacto con la familia Flores Mejía, pidiéndole a la señora Ramona Mejía Tapia, le enviara periódico CORREO DEL PACIFICO, el cual se editaba diario, para repartirlo entre los tuxpenses y nayaritas radicados en Los Ángeles, cobrando y enviando el pago de suscripciones, con lo que seguía realizando su gran pasión por los medios impresos y ayudando económicamente, esta empresa.

Antes de abandonar estado Unidos, Alejandro hizo dos distinciones a este periódico, envió como regalo, el último cheque que cobró y un billete de 2 dólares, con lo que nos deseaba suerte y prosperidad en nuestro trabajo periodístico, habiéndonos invitado a conocer una lonchería que junto con su esposa, instaló en una colonia de Guadalajara, Jalisco.

Alejandro no aguantó muchos años para regresar a su querido Tuxpan, en el que retomó con más pasión el periodismo, entregando colaboraciones a su amigo “Chepo” Araiza, quien a la muerte de su papá Teodoro, siguió editando “El Heraldo de Tuxpan”, siendo encargado, también, de la publicidad de CORREO DEL PACIFICO, medio en el que nunca ha dejado de publicar eventos sociales, remembranzas del pasado, decesos de sus amigos y conocidos y llevando a cabo publicaciones de algunos puntos de vista muy personales.

Por la sencillez en la que vive Alejandro, jamás hizo ostentación de que a base de muchos sacrificios tanto de su parte como de su esposa e hijas, logró integrar una sólida y exitosa familia, en la que ahora tiene destacados profesionistas, pues su hija Mirna, quien es sumamente trabajadora, formó y educó a sus hijos Mirna, Antonio, Paola, Alex y Emanuel, mientras que su otra hija, Alejandra, hizo lo propio con sus hijos Braulio y Fabricio, 7 nietos en total que ya le han dado varios bisnietos a nuestro compañero homenajeado Alejandro Aréchiga.

A sus 83 años de vida, Alex Aréchiga tuvo una experiencia que le hizo valorar su familia y amigos, ya que enfermó de gravedad de Covid-19, por lo que fue aislado en un cuarto de su casa en Guadalajara, Jalisco, lugar en el que padeció intensos dolores y sufrimientos que produce esta pandemia, pensando en ocasiones que iba a morir allá, lejos de su tierra y amigos, pero gracias a los cuidados de su esposa, hijas y nietos, sobre todo de la doctora, luego de dos largos meses se recuperó y en ese tiempo comprendió que en esta vida no importa el dinero ni el poder, que lo que vale es el cariño y la amistad sincera de quienes nos aprecian, ya que en su caso, dice, recibía llamadas diarias de amistades y conocidos tuxpeños que radican en los estados de Arkansas, California y Carolina del Norte, en los Estados Unidos, y en varios estados de México, habiendo estado al tanto de su salud, infinidad de sus paisanos de Tuxpan.

“Por eso sigo recorriendo las calles de mi pueblo, agradecido con Dios y con los tuxpeños, mis paisanos, que me han dado sincera amistad y reconocimiento a mi actividad periodística, la que ejerzo más con amor que con grandes conocimientos en la materia”, dice con humildad Alex Aréchiga Gallardo, a quien reconocemos públicamente además como un grande y maravilloso ser humano. (FOMA).

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