DEL EDITOR: ALEX ARECHIGA, GRAN EJEMPLO DE VIDA.

EL DIARIO CORREO DEL PACÍFICO cumple este domingo 22 de Agosto del 2021, 46 años de existencia, ya que fue fundado en esa fecha, pero del año 1975, cuando editamos el primer número de este periódico en improvisado taller de imprenta que instalamos en la ciudad de Ruiz.

La idea de los fundadores era que circulara y estuviera al servicio de las familias de Tuxpan, pueblo del que somos originarios todos los integrantes de la familia Flores Mejía, los que teníamos, por eso, en gran estima a los editores de periódicos locales, como Francisco González Patrón, de “El Independiente”, Don Juan Galaviz Fernández, de “El Baluarte”, y a Teodoro Araiza Barrón, quien sacaba a la luz pública “El Heraldo de Tuxpan”, a los que veíamos como familia y no quisimos ni siquiera dar la impresión que éramos competencia.

Precisamente fue en los talleres de “El Baluarte”, donde trabajaba como “liniero”, en los que veía pasar por la calle Hidalgo, a un hombre joven con uniforme de beisbolista; se trataba de Alejandro Aréchiga Gallardo, con quien posteriormente me uniría una gran amistad que ha perdurado muchos años, y que me inspiró para dedicarle la experiencia que hemos tenido a lo largo de estos 46 años de fundación de CORREO DEL PACIFICO.

Después tuve contacto con “Alex Aréchiga”, como era conocido popularmente, en los talleres de “El Independiente”, periódico al que llevaba notas de eventos sociales y de deporte, y posteriormente, nuestro actual encargado de la publicidad, hizo contacto desde la ciudad de Los Ángeles, California, con nuestra madre y distribuía en esa metrópoli de los Estado Unidos, este periódico.

Curiosamente la vida de Alejandro, es muy similar a la de CORREO DEL PACIFICO, ya que procede de humilde cuna y a base de grandes esfuerzos y el apoyo de su esposa Mirna Sánchez, logró ser  un triunfador, pues en la actualidad tiene una familia exitosa, ya que sus dos hijas, Mirna y Alejandra, le han dado 7 exitosos nietos y cuenta en la actualidad, con varios bisnietos.

Al igual que este periódico, la vida no fue fácil para Alex Aréchiga y su esposa, pues por necesidad extrema, como muchos otros de nuestros paisanos, tuvieron que emigrar a los Estados Unidos, de donde siempre estuvo añorando regresar a su querido pueblo de Tuxpan, por lo que con grandes sacrificios se hizo de un pequeño capital y se regresó a México, instalándose con su familia en Guadalajara, Jalisco, donde trabajó arduamente para dar educación y bienestar a su familia, estando siempre con un pie en su pueblo natal, al que jamás abandonó.

Alex trasformó, con grandes sacrificios, su casa materna, ubicada por la calle Constitución entre Corona e Independencia, zona centro de Tuxpan, y en cuanto tuvo oportunidad, se instaló ahí para apoyar con mayor fuerza a CORREO DEL PACIFICO y a sus amigos “Los Gabachos”, repartiendo desde entonces más de un centenar de ejemplares, cobrar anuncios y publicidad y entregando colaboraciones, la mayoría de recuerdos de grandes hazañas deportivas, personajes íconos de esta su tierra y nos comparte su tristeza por los decesos de sus amigos.

A pesar de sus muchos años de vida, 83, para ser exactos, Alex Aréchiga sigue activo y no solo eso, si no que enfrenta y supera todo tipo de adversidades, quejándose, solamente, de que a pesar que ha dado todo por su pueblo, ninguna autoridad, a la fecha, le ha reconocido su esfuerzo y como sucede con la mayoría de nuestros compañeros periodistas, no les ha merecido ni un modesto apoyo económico por su labor.

A estas alturas de su existencia, Don Alejandro, como ahora dicen a nuestro colaborador y amigo, acaba de dar un ejemplo de vida más a todos los mexicanos, ya que estando solo en su casa enfermó de Covid-19, siendo atendido, de inmediato, por su familia, la que fue por él a Tuxpan, lo aisló en una recámara, y una de sus nietas, que es doctora, le dio atención permanente, logrando, después de muchos días, vencer la terrible y mortal enfermedad para después de meses de recuperación, regresar a su pueblo, el que sigue recorriendo periódico en mano y platicando son sus paisanos, lo que queremos hacer quienes editamos este periódico, el que ha sido diagnosticado de muerte y se ha recuperado por el gran amor que le tenemos a nuestra gente.

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