Si me hubiera leído la mano una gitana y me hubiera dicho hace 46 años que los iba a vivir dedicado a trabajar en el DIARIO CORREO DEL PACIFICO, no lo hubiera creído. Y es que un 22 de agosto de 1975 inició su trayectoria este periódico, el que despertó la curiosidad de los lectores de aquella lejana época, los que vieron un estilo totalmente diferente de comunicarse de manera escrita, por lo que los eruditos en la materia le auguraron un efímero tiempo en circulación, pues, afirmaban, cuándo iba a competir con diarios capitalinos como Prensa, Libre, Diario del Pacífico, El Sol de Tepic, o siquiera con “El Exacto”, de Marcelo Verduzco.
CORREO DEL PACIFICO, con su director fundador Arturo Flores Mejía, se hizo acompañar del que esto escribe, de su gerente fundador, Gabriel Flores Flores, y de la encargada de distribución en aquella lejana época, Ramona Mejía Tapia, su familia, por lo que los intelectuales de esa época, no le daban mucha vida a esta empresa, porque decían, su director era un simple obrero de talleres tipográficos en los que se editaban periódicos y además, solo contaba con 27 años de edad, pero “El Correo”, como le decían, tenía un sello especial para dar las noticias y manejar los comentarios, la mayoría de manera picaresca y burlándose de la realidad, con el sello de la costa, por lo que luego llegaron inquietos colaboradores, como León Gallardo, Goyo Estrada, Esaú Amezcua Castillo, Silvano González “Pampanini”, Alfonso Ramos Magallanes, Patricio Jiménez García, Enrique Solís Guerra, Ernesto Moreno Sánchez, entre muchos otros grandes intelectuales, la mayoría ya fallecidos, lo que me hace dar cuenta que 46 años son un montón de años. En este XLVI Aniversario del DIARIO CORREO DEL PACIFICO, que se celebra este domingo 22 de agosto, estamos reconociendo a viejos colaboradores, los que mantienen vivo este longevo medio de comunicación, pues los que anteriormente mencionamos líneas arriba ya desaparecieron físicamente de este mundo, al igual que la mayoría de los periódicos escritos, con olor a tinta fresca, y es CORREO DEL PACIFICO, el único sobreviviente de esa lejana época y vemos, en retrospectiva, los periódicos que por esos años se publicaban en Tuxpan, pues circulaba “El Baluarte”, de Don Juan Galaviz Fernández, y “El Heraldo de Tuxpán”, de Teodoro Araiza Barrón, mientras que en Santiago, era un bastión de “La Vanguardia” de Don Manuel Narváez, los que ya cumplieron el ciclo de la historia en nuestros municipios, mientras que CORREO DEL PACIFICO, sigue vigente y no hay vidente que me haga saber por cuántos años más… y hasta la próxima.