Valió la pena, aunque tuvimos que enfrentar una agresión física, pero comprobamos en carne propia que ahora en Nayarit se hacen valer los derechos de todos los ciudadanos, mayormente a quienes, por nuestra profesión, estamos más expuestos a sufrir atentas físicos que ponen en riesgo incluso la vida.
Y afirmamos lo anterior simple y sencillamente porque este pasado domingo por la mañana fuimos atacados por un sujeto desquiciado, esto cuando entregábamos el periódico CORREO DEL PACIFICO a uno de nuestro voceadores en Tuxpan.
El atacante, un sujeto joven y robusto, esgrimía como argumento de su ataque físico, que se había publicado un comentario en el que se le acusaba de agredir a golpes a choferes de sitio del municipio de Ruiz en el crucero de Peñas, municipio de Tuxpan, lugar en el que también él trabaja como taxista.
Este cobarde sujeto alardeó gritando que iba a golpear al director de este periódico, Arturo Flores Mejía, y a su hermano Antonio, quien lo acompaña en esos momentos, yendo tras los aludidos comenzando a tratar de golpearlos con los puños y cuando vio que logramos eludirlo y salir en busca de protección de las autoridades, huyó a bordo de un auto de sitio con rumbo desconocido.
Debido a este incidente violento, poco después pudimos comenzar a comprobar, con hechos, no con palabras, que las cosas, en materia de seguridad pública, comienzan a cambiar en la nueva administración del Gobernador Migue Ángel Navarro Quintero, ya que en la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Tuxpan, a donde acudimos para pedir que detuviera al agresivo sujeto, de inmediato salió una patrulla en busca del rijoso, al que no pudieron localizar ni tampoco obtener información sobre su identidad y paradero porque quienes presenciaron el incidente le tienen pavor, pues saben que es de armas tomar y gusta golpear a la gente.
Más tarde, fuimos invitados por el director de la Policía Municipal tuxpense, Luis Miguel Reyes Carrillo, quien nos brindó todo su apoyo y prometió que se haría cargo del asunto, esto es, que no se nos molestara por ejercer nuestra labor informativa, ya que le hicimos saber que no levantaríamos demanda judicial.
Nos sorprendió también gratamente que desde el Congreso del Estado, la presidenta, diputada Alba Cristal Espinoza, nos hiciera llegar el respaldo del Poder Legislativo, señalando que rechaza cualquier atentado que se registre en contra de la libertad de expresión y de todas las formas de violencia en contra de la ciudadanía nayarita.
Los primeros que se sumaron solidariamente a los agredidos periodistas Toño y Arturo Flores Mejía, fueron todos los compañeros periodistas en Nayarit y luego se nos hizo saber que desde la Fiscalía del estado había indicaciones que se atendiera este problema que vulnera la paz y seguridad que ahora debe permear en todo Nayarit.
Hasta entes de este percance, nadie nos podía quitar de la cabeza que Nayarit era muy mal territorio para ejercer la libre expresión, ya que en el pasado tuvimos asesinatos y agresiones de compañeros a los que jamás se les hizo justicia, pero ahora nos damos cuenta que algunas cosas cambian para bien con el tiempo, en este caso específico, la seguridad de los nayaritas en general.
Lo que parecía una gran tragedia, otra amarga experiencia para el periodismo en nuestra entidad, cambió radicalmente, ya que incluso ahora se nos pidió no solo que denunciemos las agresiones que nos hagan particulares o funcionarios públicos, ya que se nos puso a nuestra disposición una medida extrema de seguridad, tanto para nuestra persona como para quienes aquí laboramos informando a la opinión pública de todos los aconteceres.
Festejamos, por lo tanto, este positivo cambio que garantiza mayor seguridad a todos los compañeros comunicadores de nuestra entidad, y esperamos que con la representación que tenemos al frente de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, podamos garantizar una efectiva seguridad para todos los integrantes de nuestra sociedad, pues hoy lamentamos que se sigan padeciendo algunos actos de violencia que dejan llanto, luto y dolor en algunos hogares de nuestro pueblo.