Nayarit, pese al cambio de gobierno, sigue teniendo graves problemas, sobre todo en los 20 ayuntamientos de nuestra entidad donde existen rezagos que tienen en la miseria a la mayoría de sus habitantes, a los que se ve sumamente desesperados, más porque algunos de los nuevos alcaldes llegaron con enormes deseos de aprovechar este caos para cometer todo tipo de malas acciones.

La idea de los relevos de autoridad en los municipios, es que iban a llegar a imponer  su decisión, quitar a quienes estaban aquí trabajando, meter a sus amigos, incondicionales y parientes como funcionarios a ganar sueldos estratosféricos, mientras que ellos, como algunos de los alcaldes que se fueron, manejarían verdaderas fortunas y se quedarían con la tajada más grande del pastel.

Salvo raras excepciones, iban al cargo para el cual fueron electos con plena conciencia que se habían sacado la rifa del tigre, que los problemas que enfrentan son colosales y fácilmente lo rebasaría, que el gobierno estatal del empresario Toño Echevarría García, heredó enorme deuda de miles de millones de pesos y se gastó el presupuesto del presente año, al que todavía le restan 6 quincenas.

O sea que dinero no hay y eso acaba con muchas buenas intenciones, debiendo enfrentar esta realidad con inteligencia, dando, además, la atención que requiere la población, a la que dicho sea de paso, llegaron golpeando.

Antes del 6 de junio del presente año, los nayaritas pedíamos a gritos que se fueron los presidentes municipales, pues pensamos que tendríamos el cambio largamente esperado de vernos tranquilos, con seguridad social y económica y que todo iba a cambiar para bien, pero en unos cuantos días nos hemos dado cuenta lo equivocado que estábamos, que ahora arribaron a algunos palacios de gobierno municipal, verdaderos delincuentes que ya están haciendo de las suyas.

Y ahora estamos conscientes que hasta hace poco estábamos mal en la mayoría de los municipios nayaritas pero que ahora estamos peor, aunque se tiene la esperanza que esta situación grave, el incremento de los problemas cotidianos, hagan surgir el liderazgo que tienen algunos ciudadanos honestos que se han mantenido al margen del acontecer  político del lugar de su residencia.

Y precisamente eso es lo que ha provocado mayor estancamiento en Nayarit, el que en la última década no se hayan tenido buenos líderes, que se dejó solo al equipo del ex gobernador Roberto Sandoval Castañeda y este hizo lo que quiso y cometió todo tipo de abusos y delitos, haciendo lo mismo en el caso del ex gobernante Antonio Echevarría García, al que nadie le pudo decir siquiera que no sería con estatuas  como terminaría con la miseria de la gente en el campo y la ciudad, o que así no acabaría con las injusticias y los abusos.

Los buenos líderes no se detienen en su labor positiva por falta de dinero, o porque si al hacer lo correcto perjudica a uno de los sectores más poderosos de la sociedad, cómo ya hemos visto que hace el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

Nuestros pueblos en Nayarit llegaron al colapso debido, principalmente, a que no hay ahora interés de intervenir de la gente que tiene liderazgo, que se han relajado y no actúan ni a        favor o en contra de las muchas injusticias que se padecen, lo que provoca, además, que los corruptos tengan impunidad y sigan haciendo de las suyas.

La buena noticia es que al parecer ya hay señales de total hartazgo de la ciudadanía y eso provoca que surjan nuevos líderes, viéndose ya en nuestros pueblos señales de que se comienza a actuar  para detener tanto vandalismo político.

Sabemos de buena fuente que en Tuxpan ya se formó un frente defensor de la ciudadanía, el que va a intentar crear conciencia entre los habitantes de este municipio para que vean lo que está sucediendo con la intervención de la familia del presidente municipal José Luis Tovar Ruvalcaba, la que está presente en su administración y lo representan en los eventos públicos, haciendo y deshaciendo porque entre éstos hay nefastos ex presidentes municipales, los que buscan ahora la manera de crear un cacicazgo que los lleve, por la pronto, a controlar a los ganaderos y ejidatarios, asegurando desde ahora las futuras candidaturas a la presidencia y la diputación local, y es que soñar no cuesta nada.