La directiva del ejido de Tuxpan que encabeza Luis Lara López, llevó a cabo una asamblea este domingo 21 de noviembre para pedir a sus compañeros ejidatarios si se iniciaba una auditoría a la administración ejidal que encabezó Máximo Galván y culminó la profesora Amalia Betancourt, como presidenta interina, ya que el primero culminó su mandato y debido a la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, la elección para nombrar nueva directiva se alargó varios meses.
Se dice que se detectó, al final de la revisión de documentos, un gasto no comprobado como indispensable, por la cantidad de 660 mil 752 pesos, a los que se añaden otros ingresos de los que no hay comprobantes, lo que eleva en mucho más esta cifra supuestamente desfalcada a este ejido.
La asamblea en mención resultó empatada y fue el voto del presidente del ejido, Luis Lara, el que dio el visto bueno para que se realizara una investigación y de comprobarse desfalco, hacer la denuncia correspondiente ante las autoridades competentes.
Este nuevo enfrentamiento que ya es una realidad en este núcleo campesino, en el que se tienen más de 1,200 ejidatarios con plenos derechos y donde se manejan varios cientos más como posesionarios de tierra, dará mucho de qué hablar en los próximos días y como sucede en todos los casos, como dice la gente de este lugar, “hay amigos del muerto y amigos del matador”, por lo que veremos cómo ambos bandos van a utilizar gente del escenario político a favor de unos y otros.
Curiosamente en este ejido, está en el poder actualmente gente identificada por el PRI, pero apoyada por la autoridad local que es del partido Movimiento Ciudadano, mientras que los que integran el llamado grupo rojo, son personas afines a MORENA y se mantuvieron al frente del ejido coquero por varias décadas, lo que provocará que tengamos en la escena de la confrontación, que ya es un hecho, a personajes sumamente conocidos en el medio de la política estatal, y a nivel local; se nota que aunque el asunto es escandaloso y se denuncia el quebranto patrimonial de una cantidad considerable de dinero que debiera ser para los ejidatarios en general, se tiene un marcado desinterés de las familias campesinas, ya que a la asamblea para hacer esta denuncia y pedir la anuencia de los ejidatarios para iniciar una investigación y en caso de comprobarse el desfalco, una denuncia judicial, se tuvo mínima asistencia y fue el voto del presidente Luis Lara, el que desempató la elección para realizarse la señalada investigación y reclamo del dinero supuestamente desfalcado.
Hay que señalar que el ejido de Tuxpan es uno de los más importantes en el país, tiene el mayor número de ejidatarios, posee enormes riqueza naturales, entre ellas el bosque tropical conocido como “El Palapar”, donde habitan infinidad de animales y plantas, hay cañadas y lagunas donde se reproducen peces y moluscos, entre ellos el codiciado camarón, además de que la madera y la palma tienen un alto valor y se aprovecha para algunos cultivos, sin contar que el fruto de estas palmeras sirve como alimento y se utiliza industrialmente para producir jabón.
Son también muchas hectáreas de terreno ejidal que están asentadas en la zona urbana y solo algunas de estas pertenencias dan millonarias ganancias al mencionado ejido, el que ahora se verá ampliamente beneficiado al contar con cinco permisos para autos de sitio que tendrán como base, las afueras de un moderno y nuevo hospital en la ciudad de Tuxpan.
Quienes administran los bienes ejidales, tienen una plaza de toros, almacenes, un Casino de grandes dimensiones, terrenos en lugares estratégicos de esta ciudad y perciben el pago por diferentes conceptos, los que hacen que tengan un atractivo ingreso de dinero, el cual, de manera tradicional, se ha dilapidado por quienes han estado al frente del ejido de Tuxpan.
Al decir de Luis Lara, el actual presidente ejidal, quiere acabar con la corrupción, luchando para que al final de su encargo, los ejidatarios vean que se pueden dejar una buena cantidad de dinero en efectivo en las arcas ejidales, siendo lo más importante que de aquí arranque la etapa de la honestidad, con administraciones que no roben, no sean corruptas y que los ejidatarios denuncien y combatan a sus malos representantes.