Ya nos ha quedado claro, que la Cuarta Trasformación del País que encabeza el presidente de las República, licenciado Andrés Manuel López Obrador, no incluye para nada a los ricos, a los potentados que hasta antes de que este personaje llegara a la Presidencia de la República, se despachaban con la cuchara grande los bienes que tiene nuestro país.
Tal como se hizo durante la dictadura del General Porfirio Díaz, en los que por más de 30 años se les dio todo el poder a los ricos hacendados, la mayoría de rancia aristocracia extranjera, el PRI y el PAN entregaron todos los recursos de México a sus secuaces empresarios nacionales y extranjeros, quedando la clase proletaria en la mayor de las miserias y el abandono.
Fueron décadas de explotación irracional por parte de la clase empresarial y los políticos, pues había contubernio entre gobernantes y ricos, lo que hizo que naciera una nueva fuerza en la clase humilde, la de la delincuencia organizada, la que conforman personas desesperadas por la desigualdad social que priva en los países capitalistas y los llamados del Tercer Mundo, los que se dicen están en vías de desarrollo pero que jamás satisfacen las necesidades más elementales de la clase trabajadora.
La astucia de los líderes partidistas y gobernantes traidores a la patria es muy grande, por eso pronto entendieron que debían aliarse a los grupos de la delincuencia organizada, naciendo así el narco gobierno, el cual nos golpea desde antes de que entrara el nuevo milenio, siendo esta alianza aún más efectiva para algunos políticos y partidos, los que nos han impuesto representantes a base del terror, la amenaza y las acciones violentas en contra de quienes los critican, por lo que se han registrado muchos asesinatos de periodistas y sus familiares en nuestro país en los últimos años.
La descomposición social llegó a su máxima expresión en el 2018, año de elecciones en el cual, temerosos de que se registrara un estallido social en el país, la clase gobernante, sus aliados y los delincuentes locales y extranjeros, determinaron entregar el poder, después de tres intentos fallidos por el fraude electoral, al licenciado Andrés Manuel López Obrador, esperando que a éste le tronara el descontento popular.
Desde su arribo al poder, el presidente Obrador buscó alianza con la clase humilde de México, con los pobres, utilizando de paso las herramientas que el mismo pueblo bajo le da al gobierno, las fuerzas armadas, el Ejército y la Marina.
Con las fuerzas progresistas de su lado, pueblo humilde y las fuerzas armadas, el gobierno de López Obrador determinó llevar a cabo la Cuarta Trasformación de México, la cual consiste en acabar con la corrupción, hacer justicia a todos los mexicanos, terminar con la impunidad y que la riqueza que genera nuestro país se reparta de manera más equitativa entre pobres y ricos, pues se debe entregar al César lo que es del César.
Aunque la fórmula es totalmente sencilla, es sumamente difícil de llevar a la práctica de manera exitosa, ya que los ricos tienen todas las herramientas y el dinero para oponerse, por lo que llevan a cabo un sin fin de reclamos en los medios masivos de comunicación, incluidos, desde luego, el teléfono celular y el internet.
Por eso argumentan que no se debe dar apoyo económico a los jóvenes desempleados, minusválidos y ancianos, pues aseguran, de esa manera se gastan recursos públicos, siendo la realidad que a través de los programas de asistencia social, se rescata a muchas personas que pudieran ingresar a las filas delincuenciales o ser explotadas por los ricos, que es lo mismo para quienes está sumergido en la miseria.
La oposición de los poderosos empresarios nacionales y extranjeros a la Cuarta Trasformación de México, fácilmente puede durar un sexenio o dos, pero no tres o más, de ahí la importancia de que los aliados pobres del presidente Andrés Manuel López Obrador lo apoyemos en el proceso de la Revocación de Mandato, el que ya está en proceso y dará la herramienta que necesitamos los ciudadanos mexicanos si por alguna desgracia llegara a colarse al poder otra alimaña que represente a la alta burguesía, la cual vamos a poder quitar con la emisión del voto de la mayoría.