Es casi imposible de comprender cómo las autoridades dejan sin dar atención y solución un problema grave de salud pública, la que afecta todos los días a cientos de niños y  padres de familia, ya que en el cruce de las calles Nicolás Bravo e Independencia, zona centro de Tuxpan, frente a la escuela “Antonio R. Laureles”, corre, desde hace meses, un pestilente arroyo de aguas negras, las cuales, incluso, se encharcan en el lugar señalado.

Las pestilentes y contaminadas aguas, brotan del drenaje frente al domicilio de la Profesora Gaby Plata, quien es regidora del ayuntamiento que ha pedido el arreglo de este desperfecto y ha sido ignorada por el alcalde José Luis “El Chapito” Tovar Ruvalcaba, y si el funcionario no hace caso a esta representante de esta demarcación, menos lo hará a los desesperados padres de familia que todos los días, van a dejar a sus hijos a este plantel educativo, teniendo que respirar los fétidos olores y llevar contaminación en sus zapatos a sus hogares, pues deben cruzar la calle inundada.

Es claro que el ayuntamiento no quiere solucionar este brote de aguas negras, que no hay el más mínimo interés de servir a la población, siendo lo peor que la inservible autoridad no trabaja ni deja que otras gentes lo hagan, ya que el desesperado vecindario está dispuesto a todo con tal de que se acabe con este foco de infección.

Tiene la palabra la autoridad. /FOMA).