Contundente el silencio que prevaleció durante la marcha que se realizó a convocatoria de la Colectiva Mujeres en Voz Alta, donde las colectivas de madres buscadoras se unieron con sus familias y las fotografías y nombres de sus seres queridos en una acción que demanda sean escuchadas y atendidas.
“No están muertas, no están muertos por eso vestimos de blanco, en la esperanza de encontrarlos”, afirmaron las activistas que, cruzados sus labios con cinta, portaron en sus manos, papel picado, flores y veladoras también blancos. Frente al contingente callado, tres tambores marcaron el sonido del duelo.
La marcha inició en la fuente de la Hermana Agua, hicieron una parada frente a Palacio de Gobierno, con flores formaron la palabra Madre y tomadas de la mano elevaron su mirada ante el edificio, luego se dirigieron a la plaza principal donde rompieron el silencio con poemas y testimoniales de las madres buscadoras.
Esta unión social en la capital nayarita, por el dolor de las madres a quienes les han arrebatado a sus hijas e hijos; se realiza en todo el país a replica de la marcha de la dignidad nacional en la capital del país convertida, desde 2012, en una fecha emblemática de la lucha por las personas desaparecidas en México.
“No podemos continuar así, la vida de los jóvenes es valiosa, no es posible que sus cuerpos sean encontrados en lotes baldíos, en basureros. Que con sus propios medios sean las madres quienes tocan puertas, marchan, buscan en calles, en montes, en lodazales, bajo tierra, mientras gritan sus nombres”.
“Madres que han transformado su angustia en fuerza para buscarles y encontrarles. Madres que nos duelen porque se dicen solas en su propósito amoroso. Observamos con preocupación las alertas sobre el estado de Nayarit, de género por la violencia feminicida y la segunda, de secuestros y desaparecidos”.
“Marchamos en silencio por una maternidad con justicia para darle fuerza a esta demanda social real. Las personas desaparecidas no son solo una noticia, un número, una estadística o un expediente inconcluso. Ellas y ellos tienen el derecho a ser buscadas, a ser buscados”, concluyeron las activistas.