Isabel II, Reina de Inglaterra, recibe grandes honores luego de su muerte, poniendo de luto además los gobiernos de los países donde los ingleses mantuvieron por largas décadas colonias, dejando explotación y miseria a sus habitantes.
Quienes de manera romántica pensamos que la monarquía era cosa del pasado, nos equivocamos rotundamente, ya que en todo el mundo moderno prevalece aún el ideal de los gobiernos monárquicos, solo que ahora es toda una nación la que busca someter y esclavizar al resto de las naciones, paro lo cual han creado el imperialismo, el cual integran pueblos que tienen antecedentes históricos similares y se sienten con profundos lazos de sangre y linaje.
El imperialismo mundial es un peligro latente para la humanidad, más en la actualidad que vemos cómo los gobiernos capitalistas se han unido para dar la batalla a las grandes potencias que se les oponen y mantienen ideales de libertad totalmente diferentes, con sistemas gobernantes que se les oponen porque están en contra de que sea el poder del dinero el que maneje los destinos de miles de millones de seres humanos.
Además, desde hace muchos años se nos enseñó que la monarquía era un sistema del pasado, que ya las naciones no eran regidas por un rey o una reina, solo que el ideal de mantener a los pueblos bajo el mandato de una sola familia o raza, se ha incrementado a nivel global y es apoyado por naciones que tienen el mismo origen étnico y eso lo hace más peligroso.
Las monarquías de todo el mundo, solo han dejado dolor, muerte y enorme sufrimiento a los pueblos donde han prevalecido, siendo la más vieja, la que tiene como rey al Papa de Roma y jerarca de la iglesia católica, el cual, de hecho, se nutre de las desgracias de los pueblos donde tiene presencia y gran poder, como es el caso de México, país en el cual se alió para mantener por largos tres siglos, a un virrey de España y posteriormente, combatir con enorme fiereza, los logros y beneficios que trajo el pueblo humilde de revolución Mexicana.
Nuestros pueblos humildes y provincianos, están a merced de la explotación irracional del imperialismo, lo que no percibimos la mayoría de los mexicanos porque siempre hemos estado invadidos de empresas trasnacionales que son parte del imperio y el capitalismo mundial, viendo como cosa normal marcas como “Coca-Cola”, Ford y todo lo que nos compra materia prima y nos vende productos elaborados a precios sumamente elevados.
Lógicamente la reina Isabel II de Inglaterra tuvo su peculiar manera de ejercer el poder, y no sabemos como irá a reaccionar su sucesor, Carlos III, quien ya ocupa el trono que dejó vacante su madre y es reconocido por todas las naciones del mundo, principalmente por los pueblos que formaron parte de la colonia inglesa que abarcaba los cinco continentes del planeta.
Incluso, e todos los eventos bélicos de gran relevancia, es la monarquía la que los ha iniciado y apoyado, por lo que es culpable de la muerte violenta y asesinato de decenas de millones de seres humano, peligro que se vuelve a presentar en esta sucesión imperial inglesa, más con el conflicto que mantiene el continente europeo con Rusia debido a la guerra de este país con Ucrania.
De hecho, la muerte de la longeva Isabel II, pone otra vez en grave peligro al mundo, por lo que hay que estar atentos a los acontecimientos que se den en el ámbito internacional, sobre todo lo que se relacione con los conflictos bélicos y lucha en contra de las ideologías que se oponen a los sistemas de los gobiernos capitalistas e imperialistas.
Y es que el llanto que derraman quienes están tristes por el fallecimiento de esta reina, lo pueden convertir en odio irracional hacia otras naciones de la Tierra, arrastrando en su locura a la destrucción masiva y la muerte de millones de seres humanos, como sucedió con el fanatismo que creó Adolfo Hitler con su ideología Nazi, lo que llevó a Alemania casi a la extinción y fortaleció a otra amenaza para la humanidad con el fanatismo de la nación judía, la cual fue creada para mantener la presencia del imperialismo en la región de medio oriente, donde se sigue peleando con enorme fiereza, el destino de la humanidad.