Con la celebración de la Cumbre de las Américas que se realizó en la ciudad de México este pasado lunes, martes y miércoles de esta semana, en la cual participaron el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, el presidente de los Estados unidos, Joe Baden y el Presidente de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador, se pretendió crear una cortina de humo al candente tema de la captura del narcotraficante Ovideo Guzmán López, hijo del “Chapo” Guzmán, quien se encuentra actualmente preso en territorio norteamericano, al cual se pretende extraditar al cabecilla del grupo criminal de Sinaloa.
Los temas que se trataron en esta cumbre entre los mandatarios de los países que conforman el territorio de América del Norte, son de enorme relevancia para cada uno de estos pueblos, pues se tocó lo referente a la emigración, narcotráfico, acuerdos comerciales entre Canadá, Estados Unidos y México dentro del Telmex y se revisaron temas que tienen que ver con la generación de energía en todo este amplio territorio del mundo y se buscaron estrategias para detener el contrabando de drogas hacia los estados Unidos, donde está el mayor mercado y consumo de estos productos que causan muerte y desolación.
Sin embargo, los mexicanos seguimos impactados por la violencia que vivió nuestro vecino esta do de Sinaloa este pasad o jueves 5 de enero del recién desempacado 2023, pues la delincuencia mostró de lo que es capaz de llevar a cabo para defender a sus jefes y a las organizaciones criminales que hoy en día están dispersas en todo el territorio nacional.
Y es que en un solo día de enfrentamientos, las cifras del combate son escandalosas, pues tan solo en muertes, se registraron 10 militares caídos en el cumplimiento de su deber, 19 sicarios y se presume que la cifra de víctimas se eleva a 40.
Durante esta refriega, los sicarios se robaron más de 200 vehículos, muchos de los cuales fueron utilizados para impedir que llegaron a los lugares donde se registraron enfrentamientos, refuerzos de militares o policías, por lo que se prendió fuego y se atravesaron en carreteras, avenidas y caminos muchos carros pesados, se utilizaron miles de armas de fuego de todos los calibres, helicópteros y vehículos de guerra, se dispararon cientos de miles de balas, por lo que el costo de todos estos recursos de combate utilizados por ambas partes, son inimaginables para la gente común.
Según los enterados, el comercio organizado de Sinaloa tuvo, tan solo ese día, una afectación por más de 1,500 millones de pesos, esto sin contar la destrucción de más de un centenar de vehículos, de los que no hicieron denuncia muchos de los afectados por temor a las represalias, sin que sepamos el montó que tienen que desembolsar ahora las aseguradores de vehículos y negocios que fueron robados.
Este evento violento y criminal como los muchos que se registran a diario a lo largo y ancho de México, nos ilustran un poco y nos dejan claro las enormes sumas de dinero y recursos que se pierden en nuestro país debido a la extrema violencia que vivimos los mexicanos desde hace ya más de una década, siendo lo peor que son varios los presidentes de la República que no han podido reducir el derramamiento de sangre en nuestra patria, que han fracasado rotundamente políticos y partidos que nos prometen los bueyes y la carreta cada seis años, púes a toda costa quieren que les otorguemos el voto para que sigan desangrando nuestra patria.
La gente del pueblo suele decir que la cuerd a siempre se rompe por lo más delgado, que son las familias pobres las que siempre pagan los platos rotos, lo que es una gran verdad, ya que en este caso, en todo el territorio nacional se siguen sintiendo los efectos de este nuevo “Culiacanazo”, pues con la afectación a las vías de comunicación, se retrasó en Sinaloa la comercialización de muchos productos agrícolas y éstos siguen manteniendo un precio alto en los mercados del país, demostrando de paso los grandes empresarios y ricos comerciantes, que a río revuelto se tiene ganancia de pescadores, quedando también totalmente claro, la incapacidad del gobierno mexicano parta garantizar la seguridad en el país.