DEL EDITOR: LA JUSTICIA NO LLEGA, LOS CAMBIOS SI.

Si no hubiera sido porque se falló en materia de seguridad, el sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador sería recordado por los mexicanos de esta época, como el mejor gobierno que ha existido en México.

De hecho, los mexicanos de la década de los años 40¨s, vivimos con la imagen del General Lázaro Cárdenas del Río, del que nuestros padres hablaban maravillas y destacaban la epopeya que tuvo lugar en la nacionalización de la industria petrolera, sin dejar de señalar que este presidente llevò infinidad  de beneficios a la gente pobre del campo.

Lázaro Cárdenas fue llamado “El Tata”, pues la mayoría de las familias de la época que vivían a lo largo y ancho del país, lo consideran su padre, tal y como ahora escuchamos que se expresan del presidente López Obrador  muchas personas beneficiadas con los programas del Bienestar, llegando a decir también muchos pobres que sin estos apoyos mucha gente humilde no hubieran podido sobrevivir en esta década en la que creció mucho la miseria y marginación en nuestro país.

Y todo parece indicar que el estilo de gobernar del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador está por concluir, ya que no creemos que su relevo histórico, la presidenta electa de la República, Claudia Sheinbáum vaya a continuar la política de las mañaneras,  así como el de enfrentar  permanentemente a los opositores de MORENA y  el exhibir a personajes que no son gratos al gobierno en turno.

Sin embargo, esas son “pecatas minutas” si se comparan con la crisis de inseguridad  y violencia que se incrementò mucho en el actual sexenio, en el que nunca se reconoció lo que era obvio, que se fallò rotundamente en esta materia, la seguridad, y  que esto ha provocado la muerte violenta de cientos de miles de compatriotas.

“Abrazos, no balazos”, tiene lleno el país de fosas clandestinas atiborradas de víctimas de la violencia, habiendo cadáveres de  todo tipo de personas, de delincuentes, agentes de los cuerpos de seguridad, miembros de la sociedad  civil y hasta mandos militares, pues vivimos una situaciòn de guerra interna en México.

El problema de la inseguridad y la criminalidad en México se incrementaría si en el próximo gobierno o antes de dejar el cargo, el presidente López Obrador logra su objetivo de militariza completamente el país, dejando de paso la seguridad pública en manos del Ejército, pues esto va a provocar un choque de intereses y de fuerzas con los grupos criminales, delincuentes que deben ser sometidos por la sociedad  civil, la que a su vez, debe ponerlos a disposición del Poder Judicial para que reciban los castigos carcelarios que merecen.

Porque es urgente que llegue la justicia plena al pueblo, que con los cambios que habrá en los congresos estatales, de gobernadores en 8 entidades federativas y la Ciudad de México, con el relevo en miles de alcaldías en todo debe comenzar también una época de paz social, en la que no se tenga corrupción y menos impunidad para nadie, ya que como debe ser, nada debe estar por encima de la ley.

Porque en esta ocasión, en las pasadas elecciones del domingo 2 de junio del 2024, los ciudadanos dieron su total respaldo a lo que se ha dado en llamar  la 4T, proyecto de Nación que se debe basar, principalmente, en regresar la libertad y la tranquilidad a todos los mexicanos.

También hemos visto con bastante tristeza, por cierto, que en muchos casos hay cambios de funcionarios pero que estos relevos se hacen con elementos que en el pasado reciente eran contrarios al Partido Morena y sus aliados, que hay políticos que cambiaron el color tricolor o azul de su anterior partido y hoy dicen que ya están alineados en el nuevo proyecto de Nación, y  juran que ya no roban, mienten o traicionan, ya que en todo caso, como dijo en Nayarit el popular Hilario Ramírez Villanueva “El Layín”, ellos solamente robaron, mintieron, traicionaron e hicieron actos de corrupción pero poquito.

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