DEL EDITOR: UN MAGNICIDIO FRUSTRADO

Cimbró al mundo en general el ataque del que fue víctima el ex presidente de los Estados Unidos, Donal Trump, magnicidio, que de haberse perpetrado hubiera tenido fatales consecuencias en todo el planeta, pero afortunadamente, solo quedó en intento.

Como es del conocimiento  general, este ex presidente, anda actualmente en campaña buscando el registro de su partido, el Republicano, para contender de nuevo por la presidencia de los Estados Unidos, cargo en el que tuvo polémico resultado.

Este personaje es sumamente cuestionado, adorado por muchos ciudadanos norteamericanos y odiado por una minoría, ya que le ha dado buenos resultados la política populista y belicista que ha impulsado tanto como mandatario de la nación más poderosa del mundo, como en la tribuna, donde se dedica a atacar y denostar a sus adversarios y a ciertos sectores de la sociedad norteamericana, destacándose también por llevar a cabo todo tipo de declaraciones en torno a los acontecimientos mundiales.

Según los analistas políticos del vecino país, Donald Trump se impondrá fácilmente sobre su presunto oponente, el actual presidente Joe Biden quien busca la reelección del cargo.

Quien llevó a cabo este ataque que buscaba ser mortal, fue un joven de solo 20 años de edad de nombre Thomas Matthew Crooks, el que fue abatido por los guardias de seguridad encargados de la protección de este personaje, el cual solo resultó con una leve herida en una oreja por un rozón de bala, pero un asistente a este mitin no tuvo tanta suerte, pues murió al recibir un tiro de un rifle AR-15, y otras dos personas resultaron heridas.

Hasta ahora se ha manejado que este homicida actuó solo, desconociéndose aún las razones que tuvo para intentar matar a Donal Trump, del que incluso era compañero de partido, centrándose las investigaciones en la actualidad, en si Thomas actuó solo o si hay otros conspiradores de este atentado que afortunadamente no tuvo éxito, aunque si se lamenta el que se haya perdido una valiosa vida humana, pues el hombre que resultò muerte en el ataque, era un bombero que acudió gustoso a escuchar el discurso de Trump

Las acciones violentas y criminales, más cuando involucran a gente muy poderosa, suele traer fatales consecuencias pàra cientos de miles o millonas de seres humanos, como lo hemos atestiguado en el pasado con el ataque a las torres gemelas de Nueva York, y más recientemente con el secuestro y asesinado en Israel, lo que tiene la franja de Gaza llena de sangre y con decenas de miles de muertos, la mayorìa gente inocente que nada tiene que ver con quienes llevaron a cabo el artero ataque a ciudadanos israelitas en su propia nación.

En el caso de este magnicidio frustrado, los investigadores norteamericanos van a llegar al fondo de este asunto, pues no dejarán ningún cabo suelto, pues se trata de un asunto de seguridad nacional aunque a lo largo de la historia de este país, se han realizado varios ataques mortales a presidentes norteamericanos en funciones, debiendo señalar que cuando detectan la intromisión de algún país enemigo, han sido implacables contra esas naciones.

En este caso en especial, para fortuna de la humanidad, todo apunta a que se trata de un hecho aislado, provocado por un hombre joven desquiciado de la mente que buscaba notoriedad, aprovechando para eso que el ex presidente Trump fue al lugar donde vivía Thomas y este tuvo oportunidad de instalarse cómodamente y armado en la azotea de un edificio desde donde llevò a cabo su mortal ataque, frustrándose afortunadamente, su deseo de acabar con la vida del ex presidente de los Estados Unidos, nación que comprueba una vez más, que tiene su peor enemigo en su mismo suelo y con ciudadanos norteamericanos muy molestos con su mal gobierno.

 

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