El pasado jueves falleció en la ciudad de Santiago, Ixcuintla, de la que era originaria, la ejidataria tuxpeña y comerciante Trinidad Ortiz Vargas, quien tiene su domicilio particular por la calle Constituciòn pegada al borde de contención del rìo San Pedro, y quien por décadas tenía establecido un puestecito en la esquina de la calle Hidalgo, en la que vendìa chocomiles y jugos de frutas naturales.
“Doña Trini”, como era ampliamente conocida en la ciudad coquera, es ejidataria de Tuxpan, deja en orfandad 9 hijos, muchos, nietos, bisnietos y posiblemente hasta tataranietos, por lo que fue velada dos noches en la funeraria “San Pedro”, en Santiago, en espera de la llegada de más familiares que la acompañaron a su sepelio la mañana de este sábado.
En el ejido de Tuxpan las directivas suelen mandar ofrendas florarles a los ejidatarios que fallecen, y en ocasiones suelen apoyar a sus familiares con los gastos que ocasionan velación y sepultura, no siendo este el caso de Doña Trini, pues ningún directivo de este ejido se hizo presente en su velación y sepultura, esperando sus familiares cuando menos, no se pongan obstáculos para la sucesión de sus derechos parcelarios ahora en su fallecimiento.
Igualmente se les hace saber de este triste suceso a sus muchas amistades en la ciudad de Tuxpan, las que preguntaban permanentemente por esta persona que se ausentò de este pueblo por larga enfermedad que finalmente le ocasionó la muerte. Descansen en paz. (FOMA).