DEL EDITOR: QUE SEA BUEN AÑO.

Dicen que mal comienza la semana el que ahorcan en lunes, y en este caso, hay panorama sombrío para este nuevo año, el 2025, el cual terminò como comenzó: con grave crisis económica, desempleo y enorme violencia corrupción y criminalidad  en el país.

Obviamente esta situación no disminuyó el entusiasmo y el optimismo de los mexicanos, quienes desearon a todo el mundo, que gozaran de un Año Nuevo venturoso y lleno de felicidad, que les deseaban lo mejor.

En el último mes del año viejo, el 2024, tuvimos impresionante elevación de precios en todas las mercancías  y alimentos, esperándose que el año nuevo, el recién desempacado 2025, nos traiga una escalada enorme de precios porque simple y sencillamente la gasolina seguirá a la alza, ya que aunque se nos diga oficialmente que eso no es cierto, que los leves o altos aumentos a los hidrocarburos son provocados por el cargo de impuestos, que por eso si tienen ya un mayor porcentaje.

Tambièn hay que reconocer que los aumentos de los salarios pierden en mucho su poder de adquisiciòn de bienes y alimentos, esto simple y sencillamente porque enseguida se viene una escalada de precios altos en todo lo que las familias pobres consumen, dejando a los asalariados mucho más pobres al final de cuentas.

Por esta razón, cada año se incorporan decenas de miles de familias a fortalecer el grupo de los marginados y de quienes están ya en miseria alimenticia, a los que ahora se trata de consolar con programas de asistencia social, los que hacen grupos de miserables que se niegan a desempeñar trabajos como jornaleros en el campo o peones de albañilería, esto porque no les pagan salarios justos, decidiendo mejor emplearse en tareas ilícitas que si les dejan buen dinero y los convierte en personajes importantes, aunque pongan su vida y libertad en riesgo.

El voraz capitalismo que impera en toda América Latina, produce todos los años mucho material para  fortalecer los grupos del crimen organizados, alienta todo tipo de actividades ilícitas y fortalece la inmigración de millones de personas, hombres, mujeres y sobre todo jóvenes desesperados por alcanzar una vida mejor.

Los pobres, enemigos de clase de los ricos, cada vez es más numeroso, solo que la grave crisis y miseria en la que sobreviven los hace estar ciegos, sordos  y mudos, faltado líderes que luchen con  todas sus fuerzas para trasformar esta realidad a través de la implantación de un gobierno más justo, por lo que los buenos deseos para los marginados debiera ser que abran los ojos y tomen conciencia de la realidad, debiendo iniciar el año nuevo con la decisión de buscar justicia a través de la toma de conciencia sobre los graves problemas que vive nuestro pueblo, el que se encamina a un futuro incierto lleno de graves problemas y  confrontaciones violentas.

Los trabajadores del campo y la ciudad, los agricultores, ejidatarios, pescadores, ganaderos y todos los que tenemos una actividad productiva y mal pagada en la actualidad, tenemos que protestar y exigir justicia, que si no nos beneficia el gobierno en contubernio con los poderosos empresarios nacionales y extranjeros  y la clase patronal, cuando menos que no nos provoque más problemas con la imposición de salarios que no alcanzan al trabajador ni para mal comer.

Porque debemos tener en cuenta que el problema de la violencia, criminalidad y corrupción en el país van a continuar y se agravará en el nuevo año, esto a pesar de los esfuerzos y sacrificios que hacen las fuerzas armadas, pero lo que es imparable, es la carestía de la vida, la marginación y miseria de millones de familias mexicanas y si en verdad, queremos un cambio, hay que comenzar a luchar en serio y con todas nuestras fuerzas, por llevar a cabo la toma de conciencia de clase en nuestra sociedad, lo que de paso nos dará identidad y fortalecerá la esperanza de llegar a tener algún día, una patria más justa para todos.

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