Casi sin darnos cuenta que hubo cambio de gobierno, los mexicanos vimos pasar 100 días de la nueva administraciòn federal que nos dio lo mismo que nos han dado sus antecesores inmediatos, o sea promesas incumplidas, violencia, crimen, miseria y una terrible devaluación de nuestra moneda acompañada con enorme reducción del poder adquisitivo de los salarios.
Como dice una popular canción del folclor mexicano, aquí todo sigue igual, habiendo cambios, eso si, en el sufrimiento de las familias marginadas, las que cada vez son más miserables por más palabrerío de quienes nos gobiernan y sus lacayos y jilgueros que juran que ahora estamos mucho mejor.
Obviamente, la mayoría de los mexicanos queremos que la presidenta de la República, Claudia Sheinbáum Pardo, nos saque de esta terrible crisis que padecemos desde hace varias décadas, que tengamos por fin un país libre de corrupción y delincuencia, con solvencia económica para todos los sectores de nuestra sociedad, con fortaleza gubernamental y de liderazgo mundial, como llegó a ser en el pasado nuestro país, esto, después de la Revoluciòn.
De Carlos Salinas de Gortari a la fecha, los gobernantes mexicanos han sido de lo peor, lo que se entiende porque los panistas y priístas son lo mismo, lo que derivò en malas decisiones que fortalecieron nada más a los millonarios empresarios nacionales y extranjeros, los que tuvieron y siguen teniendo una época dorada de ensueño, mientras que el pueblo se hunde cada vez más en la miseria, violencia y desesperación.
Se debe decir que somos más los mexicanos que creemos que una científica como Claudia Sheinbáum puede encontrar la solución a los problemas más graves que tenemos en la actualidad, que logre apaciguar el país, que ponga a los delincuentes donde deben estar, que es la cárcel, que detenga tanto crimen, balacera y delincuencia, lo que nos hace vivir con permanente terror, mientras que la falta de dinero nos sume en la desesperación a la mayoría de las familias que habitamos este bonito y rico país que es tierra de permanente conquista para extranjeros perniciosos.
Tenemos fe y muchas esperanzas en el gobierno de la primera mujer presidenta de la República, somos muchos millones los compatriotas que nos congratulamos porque ahora son las damas quienes son mayoría en el gobierno federal, así como en el Poder Legislativo y esperamos que también en el Judicial.
Hay que agregar que 100 días no son suficientes para revertir los daños, muchos, que los malos gobiernos le han hecho a nuestro país por varias décadas, en las que siempre se gobernó para quitarle libertades y bienestar a las familias que recibieron un poco de justicia con la Revoluciòn Mexicana, heroico acontecimiento que tuvo centenares de víctimas mortales, la mayoría héroes anónimos, pues hombres, mujeres y gran cantidad de niños ofrendaron su vida para poder llevar a cabo un verdadero cambio que sacó a muchos mexicanos de la miseria y la esclavitud.
En pocos años la burguesía volvió a encumbrarse en México, creando de paso una estrategia que mantuvo en el poder la dictadura partidista por más de 70 años hasta que fue derrotada por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, el que elaboró y dio vida a los programas sociales que han mantenido a flote a millones de familias que están en el desamparo total del sector empresarial y patronal.
Por esta razón, no hay que perder la fe y la esperanza, pues 100 días son pocos para que se refleje ese cambio que tanto anhelamos los asalariados en este país que ha sido permanentemente saqueado y explotado por extranjeros y potencias del mundo y no se acaban su gran riqueza, la cual debe servir ahora para dar felicidad y bienestar a todas las familias mexicanas sin excepción, lo que esperamos pueda cumplir Sheinbáum en el gobierno de la 4T.