3 Octubre 2012.-  Conmovió hasta las lágrimas a médicos y enfermeras la manera salvaje de una golpiza que el demente Timoteo Torres Silvestre, de 23 años de edad, dio a su hijastro, el niño de 4 años de edad Cosme Damián Torres de la Cruz, ya que fueron tantos y tan fuertes, que le provocaron la destrucción de parte de la cara y fracturas cráneo encefálicas que le provocaron la muerte en pocos minutos.

Este aberrante crimen se registró en la colonia Jornaleros Indígenas de la ciudad de Ruiz, donde Timoteo vivía en compañía de su esposa, dos hijos propios y su hijastro Cosme, el cual sin embargo registró con su apellido dándole su paternidad, siendo alrededor de las 19:00 horas de este sábado cuando Timoteo arribó a su domicilio en completo estado de ebriedad, molestándose por no encontrar ahí a su esposa, la que se dice estaba visitando a una familiar de su marido que estaba enferma.

El hombre enfureció sobremanera, descargando su ira contra la indefensa criatura a la que dejó agonizante para luego, como todo cobarde, darse a la fuga con rumbo desconocido, mientras que su indefensa e inconsciente víctima fue levantada del suelo totalmente ensangrentada por los mismos padres de Timoteo, los que rápidamente lo llevaron al hospital de Ruiz donde médicos y enfermeras no pudieron disimular su repudio y dolor al ver la manera cruel en que había sido golpeado el pequeño Cosme, el cual a causa de la gravedad de las muchas lesiones que presentaba, no pudo sobrevivir.

La agente del ministerio público, también mujer, mostró también su coraje por estos hechos y hasta los padres del victimario, que fueron quienes auxiliaron al pequeño en su domicilio, pedía que su hijo Timoteo fuera detenido y castigado duramente por las autoridades.

El vicio, marginación, miseria y desatención hacia los grupos más vulnerables en Ruiz, han provocado que se registren aquí hechos de sangre aberrante, como fue la venta de una niña de 8 a los a un sujeto que la violó y por la cual pagó una “Ballena” (cerveza) bien helada, habiendo también asesinatos de indefensas mujeres y niños, como fue el caso del pequeño Cosme, quien a los 4 años de vida fue víctima de los instintos más bajos de los seres humanos.

Nota Ara Flores.