Son varias las calles que a la fecha se están arreglando en la cabecera municipal de Ruiz, donde hay gran molestia por la tala de árboles que con maquinaria del ayuntamiento se han tumbado para poder realizar las mejoras a dichas vialidades y que casualmente en tiempos electorales han hecho bajar estos recursos de la federación a este empobrecido municipio, donde por casi 3 años no tuvo dinero el edil presidencial, Víctor Abud Pérez.

En las redes sociales han circulado varias imágenes de maquinaria pesada con lonas de propaganda de la campaña tricolor, denunciando la ciudadanía que pudiera ser causa de un delito electoral, ya que las obras ni se pueden publicar, muncho menos hacer proselitismo, pero existe en Ruiz un grupo de militantes partidistas que se están encargando de hacer ver las obras que por tres años no se realizaron y hoy en estas fechas se están llevando a cabo sin el consentimiento de los pobladores, ya que aseguran algunos de ellos que personal del ayuntamiento pasaron casa por casa a preguntar si estaban de acuerdo con el arreglo de sus calles, pero nunca les señalaron bajo que reglas, “ellos citaron a una reunión a temprana hora, pero ya llevaban las firmas de consentimiento de las mejoras a nuestras vialidades, sin mencionarnos que se iban a talar nuestros arboles” dijeron en tono molesto nuestros informantes, esperando que cuando menos les permitan poner jardineras una vez concluida la obra.

La candidata de este partido es bien sabido por todos los pobladores que fue del proyecto que ahora abandera el PAN, que este mismo le abrió las puertas a la administración actual desde donde la “prepararon” para postularla y seguir dentro del ayuntamiento local, desde donde han crecido sus fortunas y se han dado la gran vida.

Ahora este grupo de “servidores públicos” al verse desenmascarados y perdidos le apostaran a la compra descarada de votos y al amago de familias que cuentan con el apoyo de algún programa federal o inclusive están buscando las necesidades de familias de escasos recursos para hacerles llegar una pichurrienta despensa o comprarles el cilindro de gas, pretendiendo seguir enriqueciéndose por otros cuatro años. (Gabriel Flores)