Está dando mucho de que hablar el caso del gobernador de Chihuahua, Javier Corral, el cual denunció la represión que se dio a su estado por parte del gobierno federal porque metió a la cárcel por ladrón al ex secretario general del PRI Nacional, Alejandro Gutiérrez, a quien acusa del desvío de 250 millones.
Javier Corral, de extracción panista, señaló públicamente que por esa razón su estado fue castigado y no se le entregaron 700 millones de pesos por parte de la Secretaría de Hacienda, habiendo ya todo un escándalo que llegó hasta el mismo Senado de la República, donde priistas y panistas se acusan mutuamente y los pre candidato presidenciales, Ricardo Anaya Cortez y José Antonio Meade también han entrado en esta polémica que exhibe a ambos bandos.
Y es que la pus sigue saliendo en todos los gobiernos de los estados, y en la federación, en la recta final, los priístas tratan, a toda costa, que levante la campaña que los lleve, cuando menos como segunda fuerza, a la Cámara de Diputados y Senadores, pues entienden que les será imposible sostenerse en la Presidencia de la República.
Como el monstruo que está a punto de morir, el PRI pretende antes acabar con quienes considera sus enemigos y aunque en el caso de los panistas tienen ciertos compromisos políticos, no van a permitir que golpeen impunemente a sus máximos representantes.
Esta oportunidad la están capitalizando, por lo pronto, los candidatos independientes y lógicamente el puntero presidencial, Andrés Manuel López Obrador, el que sabiamente ha aconsejado a ambos bandos, que exhiban documentos con los que avalen los argumentos de corrupción, desvío de dinero y represión política a los habitantes del estado de Chihuahua.
Las diferencias entre estos contendientes, se extenderán también al resto de los estados, más en los que se está juzgando a ex gobernadores del PRI, como es el caso de Roberto Sandoval en Nayarit, ya que este, por el enfrentamiento entre Peña Nieto y Javier Corral, pudiera contar con apoyo de la cúpula de su partido y por ende, del gobierno federal, pues como todo mundo sabe, actualmente enfrenta un juicio político en la Cámara de Diputados en nuestra entidad.
Y es que a río revuelto suele haber ganancia de los pescadores, además cuenta mucho el hecho que los ex funcionarios acusados de diversos delitos suelen contar con amistades poderosas en el ámbito nacional, los que fácilmente, a cambio de parte del botín, pueden inclinar la balanza a su favor para que salgan bien librados en la dura batalla que tienen que dar para seguir gozando, cuando menos, de su libertad y fortuna.
Se entiende, además, que estas diferencias entre panistas y priístas se arreglarán finalmente con negociaciones de ambos bandos, los que buscan, a cualquier precio, estar bien posesionados en el próximo gobierno, el cual no solo cuenta con la Presidencia de la República que ya ven en inminente riesgo, si no que tiene vital importancia el mantener el poder, cuando menos, en el Congreso de la Nación.
Los enormes intereses que comparten los grupos que por muchas décadas nos han robado y explotado a todos los mexicanos, los obligará, finalmente, a seguir unidos, y esto es lo que debemos hacer la mayoría de los ciudadanos que no tenemos nada de los miles de millones que a diario se roban políticos y empresarios corruptos, por lo que es conveniente que se de un cambio radical de gobierno, uno que vaya directamente hacia la izquierda en un régimen socialista y nacionalista a través del cual se de la batalla porque la Nación recupere todos los bienes que los traidores a nuestra patria han entregado al capitalismo mundial.
La disputa por el botín entre bandoleros no dejará jamás de ser escandalosa, pero al final quienes no somos parte de las bandas de políticos delincuentes debemos solamente observar estas desavenencias desde lejos y al final no dejarnos influenciar, pues ninguno de estos contendientes merece nuestro respaldo, por lo que debemos reservar nuestro voto para apoyar al único candidato nacionalista que anda en pre campaña.