Este domingo por la tarde, muchos mexicanos presenciamos el programa televisado del primer debate que hubo entre los candidatos a la Presidencia de la República, siendo estos, por la vía independiente, Jaime Rodríguez “El Bronco” y Margarita Zavala, ex primera dama de muy amarga memoria para todos los mexicanos, ya que su esposo, el alcohólico Felipe Calderón, dio inicio a la guerra que ha teñido de sangre al país, mientras que por la alianza de PAN-PRD y Movimiento Ciudadano, estuvo Ricardo Anaya, y por el PRI, Partido Verde y Nueva Alianza, José Antonio Meade, mientras que MORENA, PT y PES, tuvieron voz con Andrés Manuel López Obrador.
Este evento tuvo una duración de dos horas, tiempo en que muchos ciudadanos estuvimos sumamente entretenidos, pues aunque se hablaba de política, se dio la sensación de presenciar un encuentro deportivo, como de fútbol o lucha libre.
Lógicamente que hubo, como entre los deportistas, candidatos de gran nivel, como son el panista Ricardo Anaya y López Obrador, mientras que los de categorías inferiores estuvieron representados por Jaime Rodríguez y Doña Margarita, pues al parecer José Antonio Meade es apenas de la segunda división.
Como era de esperarse, todos los candidatos presidenciales se fueron en contra de Andrés Manuel, al que buscaban quitar el campeonato que lo tiene muy arriba en las encuestas de preferencias electorales a la fecha, mientras que este personaje, que tiene enorme experiencia en las lides políticas, hizo ver muy mal a sus adversarios, lo que desesperó al más novato “El Bronco”, quien se fue encima de su contrincante cometiendo varias faltas que ameritaban tarjeta roja de expulsión.
Se debe manifestar que la mayoría de quienes presenciamos este evento por televisión abierta, nos sorprendimos gratamente por la buena conducción de los moderadores o conductores, pues éstos dieron su espacio a cada uno de los ahí presentes, siendo culpa de éstos el no haber aprovechado esta oportunidad, ya que la mayor parte de su intervención la utilizaron para tratar de exasperar al candidato presidencial puntero, el que sin tener una destacada elocuencia, los hizo morder el polvo al no contestar las bravatas que le lanzaban.
Lógicamente los aspirantes presidenciales quedaron a deber, ya que los ciudadanos mexicanos esperábamos pronunciamientos fuertes para acabar con tanta injusticia, corrupción, miseria, crímenes, violencia, secuestros y continuas vejaciones a los derechos de todas las familias mexicanas, y como el burro que tocó la flauta, pero con pensamiento retrógrada, “El Bronco”, manifestó que habría que cortarle la mano a los políticos rateros y corruptos.
Se tuvo la oportunidad, en este debate hoy tan discutido, que se dieran pronunciamientos ideológicos y patrióticos, como para haber declarado que el sistema de gobierno actual no ha funcionado, que por esa razón urge cambiarlo por otra más justo, en el que se debe privilegiar al ciudadano común y corriente, no a los grandes empresarios y personajes supuestamente sobresalientes.
Se pudo decir, por ejemplo, que se van a rescatar todas la riquezas del país que han sido entregadas en estos últimos años a poderosos imperios extranjeros, que la tierra se iba a entregar a quienes la trabajan, como lo hizo ofrendando su propia vida Emiliano Zapata, que habrá que volver a rescatar el petróleo y que México ahora si será para los mexicanos y así ya nadie tenga que estar yendo a otros países a trabajar y a ser subajado.
Los que vivimos, son tiempos sumamente difíciles y para superar tantas adversidades, los mexicanos requerimos de un presidente que tome decisiones enteramente a favor de la inmensa mayoría, que no sea timorato para que nos rescate de las garras de nuestros opresores y explotadores, que nos vuelva a dar libertad y a convertir en la nación poderosa que lidereaba los países hermanos de Latinoamérica, los que tomaban ejemplo de nuestros héroes para liberar a la gente de su pueblo.